El pueblo dominicano debe saber que Luís Abinader, en un hecho transcendente e inédito en la Republica Dominicana, inmediatamente después de haber ganado las elecciones del pasado día 5 del presente mes, designó una Comisión Nacional de Evaluación de Personal, la cual a la vez creó un reglamento con el objetivo de planificar, organizar y ejecutar el proceso de reclutamiento, evaluación y pre- selección de los dirigentes, militantes y miembros de los organismos sectoriales, movimientos de apoyo y de los partidos aliados de las Provincias, Municipios, Distritos Municipales y zonas del país y del exterior, que serán recomendadas al Consejo de Transmisión de Mando Presidencial, para ocupar cargos públicos territoriales, regionales y oficinas principales de instituciones públicas, en el acompañamiento de la gestión de gobierno del nuevo mandatario.
Este hecho, reiteramos jamás visto en la historia política de la Republica, (ya que la costumbre ha sido que el partido que gana unas elecciones, nombra a su gente en las diferentes funciones públicas sin importar perfiles, ni competencias y siempre marcado por la relación política y el amiguismo), es un claro indicador de que el presidente Luís Abinader, tiene un serio compromiso con el rescate y establecimiento de un sistema de institucionalidad y su responsabilidad con establecer un régimen de derecho y garantías donde se respecte la ley y reglas del juego.
Un segundo hecho, que confirma lo antes expresado lo constituye la confirmación en sus funciones del Administrador del Banco Central, señor Héctor Valdez Albizu, quien a pesar de existir economistas altamente calificados dentro de las filas del partido que abra de asumir el poder el próximo 16 de agosto, ha sido dejado al frente de dicha institución evidentemente que por su experiencia y capacidad, pero sobre todo por el momento crucial por el que atraviesa la economía del país. Esto marca la estirpe de estadista del nuevo gobernante.
Recordemos que el hasta ahora Presidente Electo, en su oferta de campaña se comprometió a eliminar la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), vanguardia de los más sonados escándalos de corrupción en la mayor parte de su historia, medida que ya ha sido anunciada por Luís Abinader como una de sus primeras acciones de gobierno.
Todos sabemos que dicha dependencia estatal creada por decreto, adscrita a la Presidencia de la Republica, usurpa y limita las funciones del Ministerio de Obras Públicas, a la cual se le asignó en el presupuesto del presente año alrededor de RD$9,000 mil millones de pesos, mientras que a esta última institución (creada por ley), a penas se le asignó la suma de RD$43,000 mil millones de pesos, para un 48% por ciento, de la suma asigna a la moribunda OISOE.
Otras dos (2) señales que dicen que el cambio arrancó y va en serio, es la eliminación del Despacho de la Primera Dama, el cual en la presente gestión de Danilo Medina, solo en los últimos 3 años, manejo más de RD$3,300 millones de pesos y la otra señal es la transferencia del Consejo Estatal de la Azúcar (CEA), de su competencia y patrimonio a la Dirección General de Bienes Nacionales. Con ambas medidas el presidente Abinader, cierra las compuertas de dos (2) instituciones estatales marcadas por el dispendio de los fondos públicos y por la corrupción.
Finalmente, debemos ponderar lo expresado por el aún Presidente electo, al anunciar la fusión del CEA con Bienes Nacionales, al indicar “No se venderá un metro más de propiedades del Estado a particulares y las porciones de terrenos disponibles se utilizaran en proyectos sociales, producción y desarrollo económico”.
Al concluir el presente escrito, me llega a la mente el famoso discurso aquel pronunciado por el fallecido Comandante Fidel Castro, el 1 de enero de 1959, cuando éste mientras se dirigía a la gran multitud reunida en ocasión de la entrada triunfal de las fuerzas revolucionarias a la ciudad de la Habana, de repente se detiene y pregunta al Comandante Camilo Cienfuegos, que se hallaba a su lado, “¿Voy bien Camilo?”, respondiéndole éste “Va bien Comandante”.
Hoy haciendo el símil con aquel memorable momento de la historia cubana, el papel de CAMILO Cienfuegos, lo ocupa el pueblo dominicano y sin que Luís Abinader, le haya preguntado la opinión sobre las decisiones hasta ahora tomadas y el anuncios sobre los hombres y mujeres que lo acompañaran en su gabinete, el pueblo dominicano hasta ahora le dice “VA BIEN PRESIDENTE, VIVIMOS TIEMPOS DE CAMBIOS”.