Nueva York.- Una mujer blanca, que se identificó como Gyna, se paseó por la plaza Times Square, ubicada a unos 80 metros del consulado dominicano en esta ciudad, en la calle 43 con Broadway en down town, Manhattan.
La fémina que solo vestía pantaloncito muy corto, estrecho, con gafas de sol y una mascarilla doblada, mostraba una sonrisa a los transeúntes que la miraban una y otra vez, no poseía ninguna vestimenta desde la cintura hacia arriba.
Se mostró tímida sobre lo que la llevó al destino turístico sin ropa. «Tengo dos piernas, mis piernas me trajeron aquí», expresó al New York Post que hizo la publicación.
Según declaró telefónicamente a este reportero el dominicano Ernesto Contreras, quien se dirigía a la sede consular en procura de su pasaporte, se detuvo un momento a ver la dama.
Se informó que otros quisqueyanos antes de ir al consulado también se pararon a observar, la miraban fijamente por varios minutos, retorciendo sus labios, haciendo gestos, aparentemente disimulados, al parecer, no poder soportar la tentación de ver una mujer en esas condiciones, dejando sentir un crujir o una expresión, “cooooooño”.
En los Estados Unidos el respeto es obligatorio, nadie se propasa ni hace gestos provocadores ni insinuadores detonantes ante la presencia de una mujer, porque las consecuencias serían gravísimas con la Policía y la Justicia.
Los piropos, miradas lascivas, silbidos y diferentes gestos hacia la mujer son frecuentes en República Dominicana y en los países latinoamericanos, porque se consideran parte de la idiosincrasia cultural, pero en Estados Unidos es acoso callejero y fácilmente llevan al protagonista directamente a la cárcel.
La directora de la organización Ángeles en Acción de Plainfield, Nueva Jersey, indicó recientemente que regularmente dicta charlas al respecto, haciendo énfasis en que no deben decirle nada a las mujeres, “por muy buena intención y respeto con que lo hagan, ni tampoco deben mirar de forma lasciva (gesto que manifiesta una inclinación exagerada al deseo sexual) porque esto acarrea consecuencias negativas, si una mujer decide llama la Policía”, precisó.