Cuando hablamos del Ministerio de Educación Superior, Ciencia, y Tecnología (MESCyT), pensamos en dos aspectos: legalización de documentos y el Programa de Inglés por Inmersión para la Competitividad (EIP). Son, en un sentido general, los dos servicios más populares de dicho ministerio para la ciudadanía. Siendo el Programa de Inglés por Inmersión una de las mejores inversiones para el desarrollo del país en los últimos tiempos.
Entendiendo el rol del MESCyT
La Ley 139-01 que crea el Sistema Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología tiene por objetivo mejorar y elevar la calidad de las instituciones de educación superior de la República Dominicana. Con esto nos referimos a las universidades, institutos de educación superior, centros especializados, entre otros que se regulan por dicha legislación.
Según proyecciones de población, las personas jóvenes entre 15 y 35 años representan el 33% de la población total del país para el año 2020. Es decir que tenemos 3.5 millones de personas jóvenes. Lo que representa una ventaja generacional para el país y que es común en la región de América Latina. Gobiernos vecinos han aprovechado esta oportunidad para fomentar la economía colaborativa (economía naranja), la producción local de ciencia, tecnología e innovación, y el emprendimiento a gran escala.
Nuestro desafío
Paralelamente, la región se enfrenta a la llamada fuga de cerebros que por décadas ha diezmado el desarrollo de América Latina y el Caribe. Jóvenes y profesionales de alto nivel se trasladan a naciones desarrolladas en Europa y Norteamérica en búsqueda de oportunidades, empleos dignos, y un espacio para apoyar a sus familias que permanecen en sus países de origen.
Nuestro presidente, el Lic. Luis Abinader, y la vicepresidente, Lic. Raquel Peña, al tanto de esta realidad han confiado en el Dr. Franklin García Fermín para que lidere el MESCyT. A su vez, han depositado su confianza en el Lic. Carlos Mendieta para que desde el Viceministerio de Relaciones Internacionales del MESCyT ponga en marcha iniciativas, que, desde su sector, puedan impactar positivamente en la población joven dominicana.
Comparto cuatro (4) puntos claves para el Lic. Mendieta:
- Reingeniería del programa de becas: orientar el programa hacia la era de la economía digital, la colaboración, y el fortalecimiento del aparato productivo de la República Dominicana. Esto debe hacerse escuchando al empresariado y a las industrias, a los trabajadores, al sector Zonas Francas, entre otros entes relacionados.
- Vinculación de becarios y egresados: es común, lamentablemente muy común, escuchar que jóvenes becados por el gobierno dominicano y otras instituciones a su regreso al país no tienen un espacio laboral seguro. Para hacernos una idea, un programa de maestría en el exterior está valorado entre los 1.2 a los 3 millones de pesos, dependiendo del país y el área de especialidad. Algunos cuestan mucho más dinero. Es penoso que, después de realizar una inversión millonaria en una especialidad o maestría, nuestros profesionales no tengan un empleo digno que les permita recuperar la inversión que hace el becario y sus familias en la consecución de sus objetivos. El país pierde cuando nuestro talento se va a trabajar al extranjero.
- Políticas de emprendimiento: no todos los programas de becas tienen como meta final insertar al egresado a una empresa en el sector privado o un trabajo en el gobierno. Existen programas orientados a emprender. Todos podemos emprender. De ahí que necesitamos de la creación de un ecosistema regulado por el marco de la ley que promueva la creación de empresas. Pueden ser incentivos fiscales para determinadas áreas y regiones. Un ejemplo: San Francisco de Macorís y la región Nordeste, la región sur, y la línea fronteriza.
- Creación de una plataforma de talento humano local: frecuentemente escuchamos que debemos invitar a un experto de X país para que venga a decirnos que debemos hacer, cuando tenemos talento criollo con la misma capacidad o mucha más experiencia en el campo. Con esto no estoy minimizando la importancia de los intercambios y la cooperación internacional, más bien resalto el valor del talento local para la toma de decisiones y la implementación de los cambios que necesitamos.
¿Cuál es mi línea de fondo? Con el relanzamiento de la Oficina de Cooperación Internacional del MESCyT, podremos liderar, gestar, y asegurar el aprovechamiento de becas, intercambios, y programas estratégicos para la formación de capital humano. Esta oficina será la ruta para coordinar esfuerzos interinstitucionales e internacionales para la modernización, actualización, y tecnificación de las distintas instancias del gobierno del cambio, así como brindar oportunidades para todos y todas los dominicanos.
La educación es la mejor inversión que podemos hacer en el presente y con miras al futuro de las próximas generaciones. Nuestro gobierno, en la figura del excelentísimo señor presidente, Luis Abinader, está haciendo los esfuerzos necesarios para colocar la República Dominicana en el centro de la innovación y el progreso de la región del Caribe. Bien lo dijo Salomé Ureña: la Atenas del Nuevo Mundo. De ahí que todos debemos aunar esfuerzos para empoderarnos del cambio. ¡Por una mejor República Dominicana!
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