Nueva York.- Dominicanos en el Alto Manhattan han mostrado su indignación al observar un video en la prensa neoyorquina, que recoge el apresamiento del afroamericano Daniel Prude, de 41 años, en la ciudad de Rochester y posteriormente la policía le coloca una funda plástica en su rostro, presionando tanto que pierde el conocimiento y presenta síntomas de moribundo al no poder respirar. Al llegar los paramédicos lo reviven, pero murió varios días después en el hospital, dictaminando el médico forense su muerte como un homicidio causado por «complicaciones de la asfixia en el marco de la restricción física».
Los quisqueyanos, que no quisieron ser identificados, sostienen que “esos policías hay que condenarlos severamente porque cometieron un crimen brutal amparado en la ley”.
“En la policía hay muchos agentes buenos, humanitarios, cordiales, serviciales, dignos de llevar el uniforme, pero hay otros que no lo merecen porque no representan la sociedad que tienen que proteger y servir”.
Añadieron, “hay que depurar la institución en todo Estados Unidos porque mansos y cimarrones no pueden seguir juntos y la policía es necesaria en toda sociedad”.
Prude fue apresado el pasado 23 de marzo en la Ciudad de Rochester, ubicada al norte del estado de NY y a 537 kilómetros de Manhattan, pero este jueves fue que su familia dio a conocer las imágenes que se han vuelto viral en las redes.
Se informó que Prude padecía de intoxicación aguda por varios fármacos que había tomado. Un hermano suyo llamó a emergencias al comprobar que presentaba un estado nervioso tras salir corriendo de su casa desnudo. Fue trasladado a un hospital, después de que comenzara a experimentar problemas de salud mental.
El caso podría ser considerado de violencia policial y se une a otros ocurridos en EE.UU. en los últimos meses, que han generado protestas en diversas partes del país, algunas de ellas violentas.
De su lado, la fiscal general del estado de NY, Letitia James, y el jefe de policía de Rochester dijeron que están investigando la muerte, mientras los oficiales involucrados en el suceso todavía están de servicio.