El 20 de octubre del año 2019, se realizaron las elecciones generales en Bolivia, donde el candidato oficialista Evo Morales Ayma, del Movimiento Al Socialismo (MAS); alcanzó la mayor cantidad de votos con un 47.08 %, frente a sus oponentes mas cercanos, Carlos mesa por Comunidad Ciudadana (CC), con un 36.51 % y Chi Hyun Chung por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), con tan solo el 8.78 %, de los votos.
Cuando el Tribunal Supremo Electoral (TSE), da a conocer estos resultados, con el 100% de los votos computados, los partidos de oposición lidereado por su mayor oponente Carlos Mesa y la oligarquía de este país, inician una campaña en contra de los resultados emitidos por el tribunal y lo acusan de fraude.
¿Qué ocurre?
Resulta qué, se inicia una campaña nacional e internacional de descrédito para desconocer los resultados finales de esas elecciones, lo cual viene con un engranaje injerencista, orquestado por Luis Almagro y la Organización de Estados Americanos (OEA) y su patrón de la Casa Blanca; con la finalidad de evitar un cuarto mandato consecutivo de Evo Morales.
A raíz de todo esto, empieza un plan de legitimar una transición impuesta por la OEA con el aval de la administración estadounidense, para esto escogen a la presentadora de televisión y abogada Jeanine Áñez Chávez como presidenta interina, y así establecer un gobierno que le sirva a los intereses de la oligarquía boliviana y a EE.UU.
Con esta maniobra, tanto la OEA y EE.UU., buscaban cerrar el paso al gobierno socialista impulsado por Evo Morales, el cual tiene un estrecho vínculo político y social, con la República Bolivariana de Venezuela y su presidente Nicolás Maduro Moros; para así ponerle fin a los lazos de amistad entre estas naciones que se han declarado antiimperialista. Además, corta el avance de la integración de los pueblos de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), para seguir su intento de aislamiento y de cerco económico al gobierno del presidente Maduro.
Con el gobierno de facto de Áñez, se cierra un ciclo de avance de la soberanía de esta nación suramericana, tanto como Estado, así como también en educación, tecnología con el Satélite Túpac Katari, la nacionalización de empresas estatales y de los recursos naturales (gas natural y litio). Además reconocer a Bolivia como un Estado Plurinacional, el cual reconoce las diferentes tribus de los pueblos originarios que habían en este país.
A casi un año del nefasto golpe de Estado contra Evo Morales, Bolivia se encuentra sumergida en un limbo institucional, de persecución política y de violación de los derechos humanos. Así lo describe la agencia de Noticias de América Latina y el Caribe (Nodal), donde dice: “Ya son cinco los organismos internacionales que acusan al gobierno de facto de Áñez de violar los derecho humano”.
Esto ha sido confirmador en un informe de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), donde publicaron la situación de derechos humanos en Bolivia, entre las cuales están: Amnistía Internacional (AI), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Human Rights Watch (HRW) y la Clínica de Derechos Humanos de la Universidad de Harvard.
Las violaciones a los derechos del pueblo boliviano se da, desde que inicia el golpe de Estado, hasta en medio de las protestas generadas por el cambio de fecha de las elecciones que estaban pautadas para este 6 de septiembre del mes en curso; las cuales fueron postergadas para el próximo 18 de octubre de este año 2020. También esto ocurre en medio de la pandemia del Covid-19, donde el gobierno de facto no ha sido capaz de garantizar ni estabilizar la crisis sanitaria que afecta a esta nación y la cual ya ha cobrado más de 5 mil muertes.
Bolivia se enfrentará a un nuevo proceso electoral en medio de la pandemia, y del cual se perfila como posible ganador al candidato Luís Arce del MAS, quien goza de un 40.3% de intención del voto, frente a sus oponentes el como Mesa tiene un 26.2%, Luís Fernando Camacho un 14.4% y en un lejano cuarto lugar esta la presidenta de facto Jeanine Áñez Chávez con tan solo un 10.6%. Esto con miras a las próximas elecciones del 18 de octubre de este año 2020.