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El título de esta serie de artículos escritos para El Jaya, tiene su origen en el nombre del movimiento político, social e ideológico que encarnó una mujer extraordinaria nacida en una importante nación latinoamericana en 1919, fallecida a los 33 años y quien se convirtió en la mujeres que en la historia universal a tan temprana edad y tan corta vida más influyó en la defensa de los pobres, de los hijos de machepa y de sus pibes y a quien bautizó con el nombre de los descamisados.
Explicado el origen del título, paso a explicar mi afirmación de que; “La peor de las pandemias de la humanidad es la pobreza, su vacuna es la educación y se inyecta por la cabeza al cerebro”. Es que aproximadamente 100 millones de personas mueren cada año en el mundo a causa del hambre y la desnutrición. De esta población 3 millones 102 mil 500 son niños.
Las causas de estas muertes son en esencia la incapacidad de los sistemas políticos y económicos para garantizar la satisfacción básicas de las necesidades humanas como son la alimentación, el techo o casa, abrigo o ropa, la salud y educación. Se trata de sistemas políticos que privilegian la acumulación de riquezas mediante la explotación, la corrupción y el delito; en lugar de privilegiar la distribución y la justicia social. Apoyada en valores humanos como la ética y la moral.. La llamada crisis alimentaria no es de existencia de alimentos, es de concentración de estos en manos de despilfarradoras y avaros con rasgos cercanos al animal, que se pelean por la posesión y van a la guerra por esta y por el poder para poseer más.
La afirmación anterior nace del hecho de que las principales causas de muertes señaladas por la Organización Mundial de la Salud, OMS, son la pobreza, las guerras y los desastres naturales; las tres causas están vinculadas a la falta de educación, con la que el individuo se convierte en ente productivo, se defiende de los desastres naturales y de los depredadores políticos y empresariales que por todos los medios y asociados en pandillas gobiernos plutocráticos hipnotizan las masas de descansados económicos y mentales, para comprarles el voto para que así elijan y obedezcan a sus verdugos.
Las guerras son causadas porque la educación no ha podido extirpar del animal humano la capacidad para dirimir conflictos, para comprender su transitoriedad por la tierra y frenar su voraz ambición de acumulación de capital y poder, para lo que decide convocar la guerra, que a quien más matan es y afecta es a los pobres.
