El maestro de América José Martí afirmó que “toda moneda ha sido idea primero y el sudor destinado a crear riqueza es oro líquido”. A estas frases agregamos que “la fuerza de una idea cuando llega a tiempo no hay ejército que la detenga”.
Con este preámbulo trazamos las coordenadas para escribir una breve semblanza de la figura más emblemática del quehacer comercial francomacorisano: Eufemio Vargas Lima.
Este ciudadano, joven aún, tiene muy vivo el recuerdo de la pela que recibíó de su papá Serafín por haber adquirido a los 14 años unos zapatos que compró por dos pesos los cuales se ganó en el negocio de vender frío frío y pedazos de hielo picado.
Miembro de una numerosa familia de la comunidad de Atabalero compuesta por 14 hijos que procrearon en matrimonio los señores Serafín Vargas y Ana María Lima, Eufemio relata que “desde muy pequeño me dí cuenta que mi vida no iba a ser de agricultor como mi papá. Él tuvo la iniciativa de que nos mudáramos a la ciudad de San Francisco de Macorís para facilitar que los hijos más grandes continuaran estudiando ya que la escuela de emergencia que había en nuestro campo sólo impartía hasta el trecer curso”.
Eufemio nació el 03 de septiembre de 1948. Llegó junto a su familia a la casa número 93 de la calle Duarte de esta ciudad de San Francisco de Macorís en 1961. Aquí Serafín puso un colmadito, pero al no ir bien el negocio, lo mandaban a la calle a limpiar zapatos. Más adelante con la autorización de sus padres abandonó la caja de limpiabotas para poner un punto de vender hielo picado y frío frío.
Diariamente iba a comprar el producto a la fábrica de don Carlos Mejía, un próspero comerciante banilejo que en 1926 se radicó en la comunidad de el Jaya donde además instaló una planta eléctrica que por muchos años suministró energía a la pequeña ciudad que para entonces era San Francisco de Macoris.
“Yo compraba el medio quintal y me echaba a caminar con él en la cabeza hasta llegar a mi casa friiíto y empapado porque la paja de arroz con el que se cubría no era suficiente y siempre me mojaba enterito. Mamá me secaba, me enderezaba el cuello y la cabeza debido al pesos de la carga”. afirma Vargas Lima.
Agrega que para aquellos años había pocas neveras en la ciudad y pone como ejemplo la calle Cristino Zeno que en toda su extensión sólo había una familia que tenía uno de ese útil electrodoméstico.
Con expresión emocionada que se traduce en el orgullo de ser un comerciante por vocación y de exitoso ejercicio profesional, Eufemio revela que “mi negocio comenzó a crecer, adquirí una carretilla y compraba dos quintales de hielo para vender uno picado y otro lo guayaba como frío frío.
“Es así” -agrega- “que con los beneficios que me dejaba compré mi primer par de zapatos. Le pagué 2 pesos al señor Neno Añil que se lo habían enviado como regalo desde Puerto Rico, pero no le sirvieron y negociamos”.
Sin embargo, lo que constituía una conquista fruto de su intuición y trabajo, en vez de premio, Eufemio recibió una pela de su papá Serafín quien entendía que se estaba haciendo hombre a esa edad, que él no debía ponerse zapatos a los 14 años porque era muy muchacho .
Aunque soñaba con ser abogado, la vocación de comercial de Eufemio se acentuó de 1963 a 1977 cuando trabajó con el comerciante almacenaste Fernando Rodríguez donde entró para hacer los mandados.
Más tarde, en base a la confianza que otorga la experiencia, Eufemio le compró al señor Luciano Hilario en 32 mil pesos el almacen de provisiones. Después abrió el comercio de la calle Castillo esquina Sánchez y luego construyó las edificaciones situadas en la avenida Presidente Antonio Guzmán Fernández donde tiene su sede la empresa VARLI, (siglas de sus apellidos Vagas Lima) donde tiene la representación de importantes industrias y firmas comerciales.
Vargas Lima es fundador de la Asociación de Comerciantes Mayoristas, organización que ha presidido en dos ocasiones, fundador del club El Mayorista e ideólogo, fundador y presidente advitam de la Feria Mayorista.
Fue vicepresidente y actual asesor de la Federación Dominicana de Comerciantes, es miembro de la Cámara Americana de Comercio, miembro del Club de Leones San Francisco Central del cual fue presidente en 1986; ostenta el rango de Coronel del Benemérito Cuerpo de Bomberos Civiles al cual ingresó como voluntario en 1978. Es el comandante del departamento empresarial de esa centenaria institución de servicio.
Eufemio Vargas Lima esta casado con la señora Guadalupe Vicente (Oneida) con quien procreó sus cinco hijos: Luis Fernando, Luis Arnaldo, Ramona Elizabeth, Esther Fátima Yesenia y Yudelkis y son abuelos de 10 nietos.