A propósito del día internacional de la paz celebrado el pasado 21 de septiembre y de la campaña Hagamos un Trato por el Buen Trato a desarrollarse del 18 al 25 de noviembre en los centros educativos se hace propicia la ocasión para reconocer que la violencia es una conducta negativa influyente y está impregnada en todas las esferas de la sociedad a nivel nacional, tomando gran auge su manifestación en la escuela, y en los últimos años hemos podido observar a través de los diferentes medios informativos como se incrementan los incidentes violentos en los diferentes centros educativos, convirtiéndose estos en un espacio carente de la paz necesaria para desarrollar el proceso de enseñanza-aprendizaje de manera efectiva.
Los docentes expresan la dificultad que tienen para mantener el control en el aula porque los estudiantes se tiran papeles, ponen sobre nombres, discuten, corren en el aula, destruyen el mobiliario y la pertenencia de los compañeros, algunos no quieren hacer los trabajos, pelean en el aula y organizan grupos para hacerlo fuera de la misma, agregándosele últimamente otro elemento el Bulling o Acoso escolar el cual se define como cualquier forma de maltrato tipo psicológica, físico o verbal producto entre estudiantes o por una persona adulta hacia una menor, de forma reiterada y por un periodo prolongado de tiempo, basados en una asimetría de poder entre acosado y acosador.
Consecuencias, el maestro invierte parte del tiempo tratando de organizar el aula para retornar la calma, bajo rendimiento académico, aumento en los niveles de indisciplina, estudiantes lesionados, alteración de la paz y aumento de la violencia en el entorno escolar, enfrentamiento entre los padres, desmotivación de los/as maestros/as al momento de realizar su trabajo, estudiantes incapaces de convivir sin ocasionar problemas en su entorno, aumenta el índice de repitencia, entre otras. Educar para la cultura de paz implica una educación transformadora que desarrolle el pensamiento crítico y la reflexión para lograr la armonía de la persona con sí misma, con la naturaleza y con las demás personas.
En ese sentido crear una cultura de paz en el ambiente educativo demanda del manejo de estrategias que permitan enfrentar y resolver los conflictos de manera efectiva, Por esta razón mi compañera de tesis Lic. Fanny M. Durán Núñez (Psicóloga) y yo hemos consideramos implementar una investigación acción basada en este problema porque con sus resultados esperamos aportar estrategias psicopedagógicas de mediación de conflictos, que impulsen un cambio de actitud de los estudiantes y profesores ante la misma realidad, en se mismo tenor, el distrito y los diferentes centros educativos tendrán estudiantes con una conducta adaptada en el aula, incrementando el rendimiento académico del estudiantado, también, en los hogares se registrara un comportamiento positivo, un/a maestro/a capacitado/a para abordar los conflictos, una gestión escolar comprometida a promover una convivencia en armonía y haciéndoles las adaptaciones de lugar podrán ser utilizadas en cada contexto educativo, tanto a nivel nacional como internacional, convirtiéndose en una herramienta para la reducción de este problema en las escuelas y alcanzar una cultura de paz. Los conceptos emitidos en este artículo forman parte de mi tesis por lo que comparto los derechos de autor con mi compañera Fanny. Para más información encuéntrame en padames08@gmail.com o Pam Adames en Facebook.