Al referirnos a una mujer se despliegan miles de características las cuales engalanan a dicho ser, mujer energética, fuerte, independiente, fabulosa, real, triunfadora, honesta, feliz, inteligente, paciente, una mujer es amorosa, gentil, dulce, curiosa ante lo desconocido diligente y cordial, otras personas las llaman: heroínas, guerreras, super mujer, mujer maravilla entre otros más, pero la verdad es que se quedan cortos porque el rol de una mujer en la sociedad no se mide ni se compara con nada ni nadie, porque cada una libera su lucha, su guerra, su frustración y continúan adelante como si no sintieran el dolor que carcome la herida que llevan en sus miradas; Aun así ellas trabajan, cuidan de su familia, sacan tiempo para sus padres y amigos, comparten una copa de vino y sencillamente sonríen, porque ellas entendieron que la vida continua, que el valor que ellas poseen, se lo dan ellas misma, el tiempo de calidad que ellas quieren, generan ellas, los gustos que querían que les dieran, se los dan ellas, si quieren las estrellas trabajan fuerte para bajarlas ellas, simplemente las mujeres entendieron que nada llegara a ellas, si no lo buscan.
Con motivo al día internacional de la mujer y como todos los años les escribo palabras de motivación para que continúen dando catedra del buen vivir, dejando huellas por donde caminan que guíen a otras vidas que quizás se encuentren perdidas, nunca cambien si no es para aumentar su esencia, su amor propio y demostrar que una mujer es más que solo aquello, que se ve de fuera.
Nunca debemos de olvidar que el 8 de marzo de 1908, un suceso transcendental marcó la historia del trabajo y la lucha sindical en el mundo entero: 129 mujeres murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, Estados Unidos, luego de que se declararan en huelga con permanencia en su lugar de trabajo.
Hoy en día las mujeres están ocupando puestos de trabajos que solo eran para hombre, ganan salarios más elevados que hombre, el asusto no es crear competitividad si no igualdad en todos los aspectos, porque gracias a ese suceso fatídico las mujeres son calificadas por su competencia y capacidad, no por ser mujer.
Mujer generadora de cambios que, con amor y entrega, lo transforma todo!
Ingrid A. Garcia Brito
M.A psicóloga Escolar
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