El ex Procurador Fiscal del Distrito judicial de la provincia Duarte, doctor Isidro Martínez Ureña, mostró su preocupación por el estado descomposición social que atraviesa el país que en los últimos días ha sido sacudido por crímenes en destacamentos de la policía Nacional que llaman a la atención a que se le ponga fin aplicando el peso de la ley contra quienes se determine han tenido su participan en los mismos.
Martínez Ureña, quien durante sus funciones como procurador fiscal se le reconoce como un funcionario de la justicia que trabajó con firmeza en contra de la delincuencia, en sentido general, se refirió a la muerte de los jóvenes José Gregorio, en Ocoa y de Richard Báez, en Santiago, quienes fallecieron tras estar detenidos en cuarteles policiales como pasó con David de los Santos, caso se encuentra actualmente a la justicia.
El ex funcionario de la justicia sostuvo que cada vez que el cuerpo policial se ve envuelto en un nuevo escándalo, por falta grave cometida por alguno de sus miembros en contra de ciudadanos indefensos, se escuchan voces clamando por una reforma policial, y los que están encargados de llevarla a cabo, de inmediato proponen que para dicha reforma se legisle una nueva ley, como si el hambre estomacal se resolviera sin ingerir alimento, cuando en realidad, lo que se necesita para mejorar esa institución es sacar de sus filas al menos un 50% de sus miembros, que ya para estos tiempos no reúnen las más mínimas condiciones para ser agentes policiales, y proceder a buscar, en las escuelas del país, 20 mil jóvenes para crear un cuerpo de policía con nueva mentalidad y nueva filosofía’’ dijo Martínez Ureña.
Estableció que para que haya una policía eficiente urge que se mejoren los sueldo a no menor del equivalente a mil dólares, con seguro social, planes de vivienda, enseñarles buenos modales, y adiestrarlos para que puedan intercambiar con la población civil, en tiempo de paz y en tiempo de contingencia. Jóvenes que no estén comprometidos con antecedentes penales; buscarlos por sus raíces familiares; con buena estatura y con el perfil requerido, para que éstos puedan exhibir, con elegancia y respeto, el porte de su placa en su hombro que les acredite como verdaderos oficiales de policías, y con los adiestramientos necesarios que les permitan mantener, bajo su control, a un ciudadano sin tener que llegar a usar métodos extremos.
‘’Es necesario que el policía conozca cuál es su función como auxiliar de la justicia, porque él no es juez para fijar y cobrar multa en la calle, y que sepa que el Tribunal Constitucional prohibió a la policía la incautación de vehículos en situaciones normales’’
Explica, que dentro del cuerpo del orden los agentes tienen que saber que las armas que portan son para su defensa personal, y que cuando un ciudadano, por la o las razones que sean, permanezca bajo su poder, ellos son los responsables de lo que pueda suceder a esa persona, y, finalmente, que sepan que las mentalidades de Belisario Peguero, Guillermo Acosta, Guillermo Guzmán Fermín (hijo), Imbert Barreras, Imbert Tesón, hijo, Paulino Reyes de León, Nivar Seijas y Pérez y Pérez, ya no tienen cabida en medio del proceso democrático que vive nuestro país,
Martínez Ureña abogó por que el joven David de los Santos, sea la última víctima de los atropellos policiales, indicando que, si no se saca la raíz, las ramas del árbol seguirán brotando sangre, en vez de flores y frutos. La procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, consideró este lunes como hechos «inhumanos» que «duelen y avergüenzan» que en el país varios jóvenes hayan muerto luego de estar bajo la custodia de agentes policiales.
Al doctor Isidro Martínez Ureña le toca las honras de haber pasado por la fiscalía del Distrito Judicial de Duarte haciendo un trabajo social permanente, además de enfrentar aquellos que con sus acciones delictivas empañaron la buena imagen de la población.