El mundo infantil está lleno de fantasía, por lo que es un aspecto de suma importancia para iniciar en los niños el desarrollo de la lectoescritura de forma sutil y progresiva. Si se aprovechan sus conversaciones, movimientos, el espacio de juego, sus vivencias y conocimientos previos, sus intereses, entusiasmo y conductas, es factible anunciar que estamos en el primer peldaño de la alfabetización sin que estos puedan percibirlo.
La producción oral es una de las cuatro competencias específicas que los estudiantes deben adquirir durante el proceso de alfabetización inicial. Aunque es una tarea que debe realizarse paulatinamente con los niños, es necesario ejecutarla con empeño y dedicación. Por lo que, las personas encargadas de orientar y alfabetizar en estos primeros grados deben estar plenamente capacitadas para guiar este proceso.
El maestro alfabetizador, debe estar empoderado de diferentes estrategias que favorezcan el desarrollo de esta competencia. Debe conocer las convenciones de lectura y escritura y cómo desarrollar la conciencia fonológica en los estudiantes. De poseer y saber aplicar con destrezas estas habilidades, sería notorio el progreso en la alfabetización.
De acuerdo con lo planteado por Quintana (2004), “Leer no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas”, por lo que, lo fundamental es enseñar al niño a crear un referente de relación y distinción entre los grafemas y fonemas para recrearlos en situaciones cotidianas de su contexto. En ese sentido, al realizar actividades que impliquen actos de lecturas, podrán procesar la información, interpretar y comprender a fin de construir conocimientos, desarrollar habilidades y crear hábito lector.
La misma autora plantea que, para promover una lectura significativa en los estudiantes se deben tomar en cuenta los siguientes aspectos:
- Establecer propósitos claros previos a la lectura
- Guiar al estudiante a tener un propósito para leer, «el para qué voy a leer
- Que los estudiantes tengan una proyección a la hora leer y reconozcan que para cada tipo de lectura hay un tipo de texto.
- Utilizar estrategias que desvíen el método tradicionalista para formar lectores autónomos.
En resumen, si el docente actualiza su práctica pedagógica, dando a este sentido pragmático, los resultados que se obtendrán en el proceso de alfabetización inicial serán de mejor y mayor calidad.