La sorprendente revelación de un supuesto y viejo romance entre la actriz británica Elizabeth Hurley (48 años) y el expresidente de los Estados Unidos Bill Clinton (67), con la Casa Blanca como escenario de sus encuentros secretos, corrió ayer como la pólvora. Sin embargo, la británica ha desmentido la noticia y ha llegado a amenzar con tomar acciones legales al respecto de estas informaciones, que tilda como «ridículamente tontas».
El bombazo, adelantado por el diario «The Globe» y amplificado poco después por «The Sun», ha dejado el affaire Hollande-Trierweiler-Gayet casi como un juego de párvulos. El detonante fue la aparición de una cinta grabada y difundida por la web «Radar Online» con declaraciones del actor Tom Sizemore (52), quien, además, asegura que él también tuvo un romance con la actriz y novia oficial durante trece largos años de Hugh Grant (53). Grant y Hurley rompieron en 2000, pero no perdieron la amistad. Al parecer, la razón de la cinta podría ser un ataque a la candidatura de Hillary Clinton a la presidencia del país.
Llamada de urgencia
En la grabación Sizemore relata cómo Bill Clinton, tras un pase privado en la Casa Blanca de la película «Salvar al soldado Ryan» (1998), en el que también estuvieron presentes Steven Spielberg (67) y Tom Hanks (57), le preguntó si seguía manteniendo un idilio con Hurley. Cuando le dijo que no, Clinton le pidió el teléfono y la llamó: «Elizabeth, llama tu comandante en jefe. Voy a enviar un avión para que te recoja en tres horas. ¿Es suficiente tiempo para ti?», dijo.
Según el actor, Hurley aterrizaba algo más tarde en Washington procedente de Los Ángeles. Allí, el presidente le ofreció un tour personal por la Casa Blanca y, según cuenta Sizemore, acabaron teniendo sexo en una habitación próxima a donde se encontraba Hillary Clinton (66). Hurley, añade en la cienta, «se quedó por ahí durante cuatro días». En la grabación, Sizemore llega a decir que «Clinton tenía más carisma que mil Brad Pitt».
De esta forma, siempre en palabras del actor, empezó un idilio entre el presidente y la actriz que se prolongó durante un año. Otras revelaciones de Sizemore en la grabación no tienen desperdicio. «Elizabeth –cuenta– preguntó a Clinton sobre su matrimonio y supuestamente explicó que él y Hillary tenían una relación platónica. Ella no es lesbiana, pero Bill le aseguró que hacía mucho tiempo que no dormían juntos».
El «fetichismo secreto» por los políticos
Elizabeth Hurley, quien hace más de una década admitió sentir una especie de «fetichismo secreto» por los líderes mundiales –«los hombres poderosos pueden ser sexys. Adoro a Clinton», confesó–, ayer se apresuró a desmentir la historia. A través de Twitter, calificó las revelaciones de Sizemore de «ridículamente tontas» y confirmó que el asunto ya está en manos de sus abogados.
La reacción de la portavoz de Clinton, Julia Payne, fue confirmar que Liz y el expresidente se conocen, pero que su relación siempre ha sido «en buenos términos y rodeados de amigos». En 2001 salió a la luz el encuentro de ambos en una lujosa villa de Santa Mónica, donde jugaron al billar y a las cartas; y en 2005, en un baile de máscaras en Moscú. Ahora, el supuesto «affaire» podría poner en peligro la candidatura presidencial de la señora Clinton.
