Señor Narcotráfico: hace 32 años escribí un libro llamado El narcotráfico, una nueva clase social. Al final del mismo afirmo que las drogas van a ser legalizadas en todo el mundo, para muchos yo estaba loco, más que loco, loquísimo. Porque ese mal nunca puede ser legalizado. Las drogas no necesitan ser legalizadas para ser un hito de uso histórico para el ser humano. Antes de Cristo ya el hombre usaba las drogas, antes de Adan y Eva existía la manzana, la llamada fruta prohibida.
Querido Narco: sobre tí ha caído toda la culpa de un mundo que se aleja de Dios y se acerca al diablo. Para el imperialismo norteamericano, asesinar miles de árabes, invadir a la República Dominicana tres veces (1904,1916 y 1965). Es menos malo que el narcotráfico producir un golpe de Estado en Chile, matar miles de jóvenes, usar un 11 de septiembre para que ese día muriera con varios tiros en la cabeza, Salvador Allende, elegido por elecciones populares como la parte política más sana de la democracia y mantener a Cuba con un bloqueo económico por más de 70 años, es menos malo que el narcotráfico.
Querido narco: en el Congreso hay diputados y senadores que tienen miles de bancas de apuestas donde los malditos pobres depositan sus últimos centavos con la falsa idea que los van a multiplicar y comprar cosas que sólo los narcos y los políticos pueden adquirir en esta sociedad de ignorantes donde ser inculto ya no es una vergüenza, hasta los burros nos han igualado.
Querido narco: tú no eres el problema, tu siempre has estado en el sistema capitalista salvaje que nunca como ahora la gente había presumido de no haberse leído un puto libro en su jodida vida.
O que exija una inteligencia mínimamente superior a la de un mono o un gorila como King Kong, de no importarle nada que pueda oler levemente a cultura sin importarle ser diputado, senador o ministro.
Cada día son más, el mercado comercial los cuida más y piensan más en ellos para hacer películas, programas de televisión, artistas barriales, que sus sucias canciones se adapten a su pobre gusto.
Los intelectuales de hoy son los peores analfabetos porque en la mayoría de los casos han tenido acceso a la educación y saben leer y escribir, pero no ejercen, se quedan en las redes sociales como único instrumento de sabiduría.
Querido narco: en San Francisco de Macorís y otros pueblos antes de tu llegada, en los años 80 no existían más de 27 urbanizaciones y después de tu llegada hoy en día hay más de 197 urbanizaciones y cuchumil barrios, con edificios que ningún rico tradicional se atreve a hacerlos.
Sólo ustedes le han dado categoría material a este pueblo, de ustedes me gusta que no cobran al gobierno por ser narco, como cobran los diputados y senadores, ministros y otros corruptos que hacen uso del dinero del pueblo y no están presos.
Espero en Dios que en el Juicio final sean colocados en el cielo, cerca de donde a mí me toque, porque estoy harto de vivir en la tierra. En el mismo pueblo que viven los hipócritas ricos, los únicos que hacen crecer el narcotráfico.
Atentamente, Manolo Bonilla.
Viva el narco.