Por Carmen Guillermina de Jesús Bruno
Hoy mas que nunca nosotros como profesionales de la salud mental, tenemos un reto, ante los acontecimientos que se desarrollan y que la (OMS), pronostica que sucederá en los próximos años.
Hoy más que nunca necesitamos psicólogos empáticos, pero sobre todo, comprometidos socialmente y menos comerciantes.
Hoy se hace necesario que dejemos nuestro ego a un lado y trabajemos por lo que importa, ese ser humano, que llega a ti con la confianza y el corazón puestos en ti, pero hagámoslo, desde nuestros corazones, sin palabras, ni términos redundantes, que lo único que necesita es que bajes de tu pedestal endiosado, a una escucha plena, llena de una sincera intencionalidad.
Escudriñemos, Investiguemos, vamos a asesorarnos con nuestros colegas, especialistas en las áreas que desconocemos, pero lo más importante aún, vamos a derivar, seamos humildes, no nos quedemos con pacientes (clientes o como me gusta mas llamarlos, consultantes) que sintamos que no tenemos la capacidad de trabajar.
La responsabilidad del avance prometedor de una buena salud mental, está en nuestras manos definitivamente.
Amen del trabajo de los psiquiatras, de la inexistente voluntad del decadente gremio (CODOPSI) y de la apatía de la implementación de políticas gubernamentales respecto a la salud mental en nuestro país, la responsabilidad cae inexorablemente en nuestros hombros, cada quien comprometiéndose, de manera seria y ética.