Por Gianthony Correa
Dentro de las distintas clasificaciones del grupo de visas de no-inmigrante, podemos encontrar la visa de negocios y turismo B-1/B-2, cuya finalidad es para que las personas puedan ingresas a los Estados Unidos de forma temporal. Por lo general, las personas entienden que esta visa solo se puede utilizar para viajes de turismo, vacaciones o visitar familiares, ignorando la variedad de cosas que se pueden hacer dentro de los Estados Unidos con esta visa, puesto que la misma se divide en dos.
Respecto a la visa B-1, esta puede ser utilizada para viajes de negocios, pedir asesoría a empresas asociadas, liquidar propiedades, negociar contratos, asistir a convenciones o conferencias científicas, educativas, profesionales o de negocios. En cambio, la visa B-2, sirve para viajes recreacionales por naturaleza, incluyendo turismo, visitas a familiares o amigos, tratamiento médico, y actividades de naturaleza fraternal, social o de servicio. Con frecuencia las personas se confunden al creer que tienen una sola visa, pues ambas visas se emiten en su pasaporte como una sola, B-1/B-2.
¿Cómo se solicita esta visa? Para iniciar un proceso de solicitud de visa, debes tener pasaporte con una vigencia mínima de 6 meses, en el caso específico de la solicitud de la visa B-1/B-2, debes completar en línea el formulario DS-160, crear un perfil y realizar el pago de la cuota MRV, la cual puedes pagar en efectivo, transferencia electrónica o tarjeta de débito o crédito, esto te dará acceso al calendario de programación de citas, en el cual podrás programar una cita para el Centro de Aplicación de Visas (VAC), donde debes asistir para tomarte los datos biométricos (foto y huellas), y luego la cita en la sección consular de la Embajada de los Estados Unidos en Santo Domingo, donde finalmente tendrás tu entrevista con un vicecónsul.
¿Qué se necesita para tener éxito en la solicitud de esta visa? La mayoría de las personas entienden que para que su visa sea aprobada, deben demostrar que son ricos, o que tienen de todo y en abundancia, nos referimos a (vehículos, propiedades, negocios, etc.), lo cual es un error, lo más importante es ser coherentes en su solicitud. Para citar un ejemplo común que vemos con frecuencia en nuestra oficina, algunas personas que han solicitado visa y les ha sido negada, nos comentan que alguien les sugirió que si tenían mucho dinero en el banco esto les podía ayudar para la aprobación de su visa, algo totalmente equivocado.
Es aquí donde decíamos que se debe ser coherente, las personas con ingresos bajos tendrían dificultad en probar una alta y excesiva suma de dinero “ahorrada” en su cuenta, lo que traería sospechas al oficial consular el día de su entrevista y daría como resultado la negación del visado.
Cualquier persona puede solicitar una visa, independientemente de cuanto gana, a que se dedica, entre otros aspectos de su vida. La Sección 214(b) de la ley de Inmigración y Nacionalidad de los Estados Unidos (INA por sus siglas en inglés), establece que los solicitantes de una visa B-1/B-2, deben probar que su viaje a los Estados Unidos es para una visita temporal, que poseen una residencia fuera de los Estados Unidos, que retornaran a su país luego de su visita, y que tienen lazos fuertes que los aten a su país, tales como lazos familiares, sociales, laborales, profesionales y económicos, pero en ningún momento la ley indica montos, específicos o exigencias tales como estar casado legalmente o tener hijos para que su solicitud sea aprobada.
Muchas personas solteras, sin hijos y con trabajos informales e ingresos mínimos han obtenido un visado, lo que comprueba que esto no es un requisito obligatorio.
Entendemos que la correcta asesoría por parte de profesionales en la materia, juega un papel importante en su solicitud de visa, En ocasiones, muchas personas califican para un visado, pero por no presentar de manera correcta su solicitud, cometer errores en su formulario o una mala entrevista, tienen como resultado la negación del visado. El autor es Abogado experto en Derecho Migratorio y Consular.