El mundo en que vivimos está lleno de mensajes escritos. Podríamos decir que somos lectores en permanente actividad, lo que ocurre es que el hábito de la lectura esta tan enraizado en nosotros que, al ejercitarlo, ni siquiera lo advertimos, es decir, no tenemos conciencia de la actividad que realizamos. Sin embargo, si no supiéramos leer, nos convertiríamos en personas permanentemente extraviadas y desconcertadas.
Aunque apenas existen personas analfabetas son pocas las que saben leer con eficacia; y es que , en general, se opina que la lectura es un proceso mecánico, mientras la realidad es bien distintas, se trata de una actividad que precisa de altas dosis de atención, interés, concentración, comprensión, motivación, disposición …otros
La lectura permite entrar en contacto con gran cantidad de información y es a través de los textos escritos como se logra un proceso de intercambio social, es decir de comunicación sea oral o escrito o a través de imágenes, afiches, vallas, y un mundo de código. Existe siempre un emisor-lector y un lector-receptor, entre ambos hay un mensaje que se codifica y otro que se decodifica para producir un aprendizaje significativo de la lectura.
La lectura, por tanto, es una actividad incluida dentro del proceso de la comunicación humana que consiste en interpretar el mensaje comunicado por el escritor. Ese es el poder mágico de la lectura; hacer posible que el pensamiento del lector se ponga en contacto con otras formas de pensar, profundice en los mensajes, los analice, lo critique, lo valore, lo profundice en ellos a distintos niveles lo que se lea. Es por eso que la lectura es una tarea compleja que exige emplear una serie de habilidades y destrezas, una de ellas consiste en convertir las palabras en significados que nos dejen una gran enseñanza para la vida. La lectura es un proceso perceptivo, como un proceso de comprensión y un proceso en el que se pone énfasis en la actividad creativa.
Es imprescindible en la lectura captar el mensaje que encierra el texto; pero leer es también una forma de diálogo sin palabras, de pensamiento a pensamiento con un interlocutor presente, sólo intelectualmente, en su propia obra, en el texto. En la actualidad, el proceso perceptivo se identifica con la actividad que permite al lector reconocer el texto escrito como representación del lenguaje hablado. Es decir, como el proceso que permite encontrar el significado de las palabras.
Podemos decir, por tanto, que hoy se considera que, en el proceso perceptivo que ocurre durante la lectura no solo se pone en juego una serie de habilidades decodificadoras, sino también habilidades de naturaleza semántica que permiten al lector establecer la correspondencia entre la forma impresa de la palabra y la imagen o contenido léxico que representa. El componente cognitivo de la lectura tiene que ver con el proceso de percepción de palabras que es la actividad mediante el cual el lector identifica, reconoce y otorga significado a la forma impresa de las palabras.