Tras ser derrotado de manera deshonrosa en las pasadas elecciones nacionales y entregar la Administración de las Cosas del Estado, que por 16 años de manera consecutiva manejaron a su antojo, el PLD recorre un camino muy “pedregoso”, que alegadamente lo conduce a una división total.
El primero en hacer maleta fue su líder de los últimos años y quien por 12 años gobernó al país, nos referimos al doctor Leonel Fernández, luego alzaron vuelo otros y otros, que aterrizaron en el naciente partido La Fuerza del Pueblo y el oficialista Partido Revolucionario Moderno.
Ese desprendimiento no cesa, pues ayer se conoció la carta de renuncia del ex senador por la ciudad de Santiago, Julio César Valentín, quien se llevó entre sus uñas a un diputado, varios alcaldes municipales y 15 miembros de su Comité Central.
La renuncia del licenciado Julio César Valentín, era un secreto a voces, porque en màs de una ocasión lanzó de manera pública serios cuestionamientos, a prácticas y criterios políticos e ideológicos, que estimó disociados de la tradición ideológica que sustentó su mentor, profesor Juan Bosch.
Existen reconocidos dirigentes de los organismos de base del PLD y que hoy no están comiendo con “grasa” o disfrutando de la miel del Poder, que no ocultan su preocupación de que Abel Martínez también alce vuelo en los días por venir.