Cuenta la historia que un niño llamado Billy, de 7 años de edad, sufría de una enfermedad terminal, Leucemia. Su madre agobiada por la tristeza recurrió a “Make a Wish” (Pida un Deseo), una organización que se dedica a cumplir los sueños de niños con graves enfermedades.
Ella tomó la mano de su hijo y le preguntó: Billy, ¿alguna vez has pensado lo que te gustaría hacer en tu vida?
Mami, yo siempre quise ser bombero, además me gustaría visitar Disney y volar en un gran globo. La madre sonrió y dijo: Veamos si podemos hacer realidad tus sueños. Ese día ella se dirigió a “Make a Wish”, quienes hablaron con la Estación de Bomberos de Phoenix, Arizona.
Unos días más tarde, el bombero Bob Walp, un hombre muy conocido por todos los niños de Phoenix como “El Bombero Bob”,
Tres días más tarde recogió a Billy, le puso su uniforme y lo condujo desde la cama del hospital hasta el camión de bomberos. Billy tuvo que sentarse en la parte de atrás del camión y ayudar a conducirlo de regreso a la estación. Ese día salió, en una de las llamadas, en la autobomba del Jefe de Bomberos; fue filmado para las noticias locales de televisión.
Habiendo hecho realidad su sueño y con todo el amor y la atención que le fue dada, Billy fue tocado tan profundamente en su corazón, que logró vivir tres meses más de lo que cualquier médico pensó que viviría. Además también fueron cumplidos sus otros dos deseos.
Una noche, todas sus señales vitales comenzaron a decaer dramáticamente, el Jefe de Enfermería comenzó a llamar a los miembros de la familia para que vinieran al hospital. Recordó el día en que Billy se había convertido en bombero, así que llamó al Jefe de la Estación, le preguntó si era posible que enviara a uno de sus hombres uniformado, para que estuviera con Billy mientras entregaba su alma al Señor.
El Jefe le dijo: Haremos algo mejor. Cinco minutos más tarde, un gran camión cisterna se acerco al lugar, la escalera se extendió hasta el tercer piso donde estaba la ventana abierta del cuarto de Billy, 5 bomberos subieron por ella y entraron al cuarto. Cada uno de ellos lo abrazó y le habló diciéndole cuánto lo amaban.
Billy miró al Jefe de los Bomberos y dijo: Jefe, ¿Soy un bombero? El Jefe le respondió: Si, Billy, lo eres. Con esas palabras, sonrió y cerró sus ojos por última vez.
Dios te dice: “Entrégale a Dios tu amor y él te dará lo que más deseas. Pon tu vida en sus manos; confía plenamente en él y él actuara en tu favor” Salmo 37: 4 – 5