Definitivamente San Francisco de Macorís merece la categoría de ciudad artística y cultural, pues su vibrante y entusiasta pasión por estas manifestaciones así lo demuestra.
A modo de recuento, podemos destacar las acciones y realizaciones en tal sentido con el portafolio de sus protagonistas en las diferentes áreas del arte y la cultura.
En literatura poseemos grandes creadores y escritores que han plasmado su estética y cordura tanto en el plano nacional como en la diáspora. Quién no reconoce el altísimo valor que poseen los textos de Roberto Santos Hernández o la poesía joven de Lissette Ramírez; los premios literarios de Noé Zayas, Cayo Claudio Espinal, Víctor Saldaña, Leo Plata, o los textos importantísimos de Julián Ulerio, Juan Gelabert, Martin Paulino y el inmenso aporte de Félix García, Osiris Mosquea y Jinmy Lan a través de trazarte?
En artes plásticas poseemos maestros consagrados que aunque ejercen en otras latitudes fueron formados en nuestro terruño y en cada oportunidad manifiestan su orgullo de ser serie 56. Pero también están los artistas importantísimos que decidieron crear y formar desde su lar de origen como César Genao, Luis Bretón y Nerys Matrille o los autodidactas como Edwin Urbano, Jochy Marmolejos, José Luis Paulino y Oscar Martin.
En teatro hemos y seguimos escribiendo páginas de oro con el primer doctor en teatro del país, el inmenso Radames Polanco, o el mejor actor de todos estos lados, Ramón Matrille, el gran dramaturgo Yeyé Concepción, la tremenda actriz Lucia Taveras y la constante faena del grupo Utopía, liderado por Daco Herrera, así como los teatros universitarios de la UCNE y de la UASD recinto San Francisco.
En canto y música podríamos llenar una enciclopedia con los logros y nombres en esta área, pero por razones de tiempo y espacio solo mencionaremos algunos como la gran trayectoria de Los Hierro, Henry, Willy, Dickson y Rossy; o los grandes arreglos y pedagogía del maestro Rey Añil; los altos valores musicales de los Vladimir (García y del Orbe), los aportes al buen canto de Jacqueline Estévez, Diomary Castillo, los maestros Héctor Bonilla y su esposa Sidra Jiménez, así como la música e interpretación de Luichy Castillo, Julio Cesar y Alfredo Camacho. En música urbana tenemos el más afinado en la persona de Don Miguelo y en bachata una lista importantísima encabezada por Elvis Martínez y Wellington Toribio.
Poseemos maestros de la palabra como William García; del lente como Hides García, del arte culinario como Carmen Taveras, de la moda y el diseño como Gueguelo Paulino y del metraje como Omar Javier y Jonathan Vargas.
En el aspecto folklórico contamos con el ballet folklórico UASD recinto San Francisco de Macorís, que no ha representado en diversas latitudes y que en el pasado año celebró por todo lo alto sus 30 años de vida útil, quien en su haber posee varios premios nacionales e internacionales como el gran premio de La Fiesta del Fuego (Festival de la Cultura Caribeña en Cuba) en varias oportunidades y de la Casa Dominicana en Chicago Illinois en dos versiones de La Feria Dominica en esa ciudad de los Estados Unidos, así como también en La Casa de la Cultura de New York y en la Alianza Dominicana en la isla de Saint Marteen. Pero podemos hablar también del joven y pujante Ballet Folklórico de la UCNE, liderado por la gran gestora cultural Ramona Castaños, así como también de los paleros de San Francisco, del grupo de palo Moreno, de Concón Quemao, de la gran artista Altagracia Crisóstomo Agramonte (Doña Negra), o de los varios premios que hemos ganado en el Desfile Nacional de Carnaval en Santo Domingo, así como también importantísimos grupos originales en varias comunidades de nuestro pueblo.
Debo ratificar que este pequeño listado es solo una muestra, pues fueron menos los mencionados que los que por razones de espacio y tiempo no lo fueron; pero como dice el dicho “Para muestra un botón de que nuestra querida ciudad del Jaya es cantera inagotable de la acción cultural”.