
William Malamud, Vicepresidente Ejecutivo de AMCHAMDR, expresó que para que la República Dominicana pueda competir con éxito es necesaria una moderna ley de Aduanas que facilite el comercio. A su juicio, la ley debe ser “un marco integral que pueda brindar seguridad jurídica a los actores involucrados, que sea garante de los roles de facilitación y control del comercio exterior de toda aduana moderna, conforme a los compromisos asumidos en los acuerdos internacionales, y las mejores prácticas de la Organización Mundial de Aduanas”, indicó.
La facilitación de comercio ha sido una prioridad para la organización durante la pasada década y, desde su punto de vista, “debería ser una prioridad nacional, desde el Palacio hasta los Puertos”. De hecho, AMCHAMDR ha venido abogando por la aprobación de la propuesta de ley que está depositada en el Senado, introducida por la Dirección General de Aduanas, y que es el resultado de más de tres años de duro trabajo y de construcción de consenso entre el sector privado y dicha institución.
“En nuestra región -continuó- así como en otras zonas del mundo, los países están adoptando medidas de trascendencia en dicha faceta, y no simplemente para cumplir con los acuerdos internacionales y convenios comerciales. Son conscientes de que para que sus empresas puedan competir en una economía global y regulada, es esencial reducir los costos transaccionales, el tiempo, la complejidad y las incertidumbres asociadas con el movimiento de bienes a través de las fronteras”.
Desde principios de los ochenta, recordó, hasta tiempos recientes, un considerable número de operaciones de manufactura se trasladó a Asia por dos razones básicas y complementarias. Primero, petróleo barato y una revolución en el transporte multimodal trajeron consigo un abaratamiento del transporte hasta niveles históricos. Segundo, este hecho coincidió con un momento de gran apertura de China a la inversión extranjera directa, lo que daba a las compañías acceso a mano de obra extremadamente barata. “Como resultado de este panorama, se produjo un éxodo del sector manufacturero hacia el gigante asiático, algo que impactó tanto en Estados Unidos como en la región”.
Sin embargo, actualmente existe un creciente número de empresas que actualmente operan en China que quieren reubicar su producción en espacios cercanos a los Estados Unidos “porque dicho país es el principal mercado importador del mundo, más grande que la suma de las importaciones que representan las cuatro naciones que le siguen. El costo de la mano de obra se ha incrementado rápidamente. Por ello y por otras razones, China ha dejado de ser una opción competitiva para varios productos de manufactura. Y, por último el transporte marítimo se ha convertido en un costo significativo para hacer negocios”, dijo Malamud.
Desde el punto de vista de AMCHAMDR, representa una oportunidad sin precedentes atraer a compañías que buscan reducir sus costos de transporte y de logística. Su instalación en nuestro territorio generaría empleo y riqueza, y la transferencia de tecnología y mejores prácticas. República Dominicana cuenta con la proximidad geográfica, “pero para poder traducirla en beneficios tangibles necesitamos reducir los costos transaccionales, los tiempos, las complejidades y las incertidumbres asociadas al comercio internacional”.
ProCompetencia
Por otro lado, el ejecutivo señaló que “AMCHAMDR está convencida de que para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrecen el libre comercio y la economía global es esencial contar con que la Ley General de Defensa de la Competencia se aplique plenamente y que a su vez, sea respaldada por un comisionado funcional y empoderado”.
Explicando la importancia de por qué hablar de ProCompetencia, se refirió a la aprobación en 2008 de la Ley General de Defensa de Competencia 42-08. Esta fue una pieza histórica de la legislación que se aprobó poco después de la entrada en vigor del DR-CAFTA, lo cual no es coincidencia. “El libre comercio y la ley de Competencia tienen el mismo objetivo: maximizar el bienestar de los consumidores (y el de las empresas que consumen los insumos) a través de la competencia. Como tal, se deben considerar como las dos caras de una misma moneda, donde se van reforzando la una a la otra”.
En sus palabras también aprovecho para realtar el trabajo de DICOEX ya que dicha institución es la responsable de asegurar que las diferentes instituciones públicas entiendan y hagan cumplir las reglas acordadas en los 22 capítulos y los varios anexos que componen el DRCAFTA.
William Malamud habló en el lanzamiento de la “Estrategia del DR-CAFTA 2015: Fortaleciendo las capacidades hacia la competitividad del sector productivo nacional”, un encuentro organizado por el Ministerio de Industria y Comercio, en los salones de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD). Esta iniciativa contó con la participación de José Del Castillo, Ministro de Industria y Comercio de la República Dominicana; James W. Brewster, Embajador de los Estados Unidos de América; William M. Malamud, Vice-Presidente Ejecutivo de AMCHAMDR; Circe Almanzar, Vicepresidenta de la AIRD; Pedro Pérez González, presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Santo Domingo y Víctor Castro, presidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera.