En los gobiernos del Partido Revolucionario Dominicano y Partido de la Liberación Dominicana, reconocidos políticos y empresarios se sirvieron con la cuchara grande, instalando red de emisoras en la Capital, Santiago y otros puntos del pueblo dominicano.
Los dirigentes y miembros de la Asociación Dominicana de Radiodifusoras (ADORA), hicieron lo imposible para que los funcionarios de esos gobiernos cerrarán esas emisoras y sentaran en el banquillo de los acusados a los presuntos propietarios de las mismas.
Esos esfuerzos dirigidos a regular las emisoras y hasta estaciones de televisión, fueron puestos en manos de los gobernantes Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Danilo Medina, pero poco se logró, porque esos políticos y empresarios estaban “sembrados”, en el mismo Palacio Nacional.
Ese “flagelo” sigue su agitado curso en el actual gobierno del Partido Revolucionario Moderno, razón de que la presidenta de ADORA, señora Rosa Olga Medrano acaba de afirmar que existen más de 130 estaciones de radio que están operando ilegalmente.
Hay un serio agravante, es que mientras las emisoras legales, mes por mes honran el pago de impuestos al gobierno, las que operan de manera ilegal, sus propietarios, ni siquiera conocen dónde están las instalaciones de la Dirección Nacional de Impuestos Internos.