¿Fuiste el responsable de que ocurriera aquel desastroso accidente? -Si fuiste el causante: si fui yo, me distraje, no lo vi, me dormí, usaba el teléfono, había ingerido bebidas alcohólicas, lo que sea haya sucedido asúmelo.
Frecuentemente sucede que nadie es culpable en estos casos, lo que origina discusiones y han ocurrido muertes luego del infortunio por no asumir.
Sin querer te moviste, topaste aquella valiosa pieza la cual se fue al piso y se rompió, enfrentalo. Dijiste algo que no debiste, creaste una situación incómoda entre familiares o amigos, hazte cargo, apropiate. Cualquier ambienté de mal gusto creado por una conducta o actitud que sea de tu responsabilidad, comprométete, asume con humildad tu cuota.
Dile a todo aquello que fue tu culpa: aquí estoy, admito mi error, fui indiscreto, lo siento, me equivoque, no supe, falle, actué mal, perdón, asúmelo con compromiso y te dará mejores resultados.
Edúcate , acepta como tuyo y con la frente en alto los resultados de tus limitaciones y actúa de acuerdo a ellas, toma conciencia de lo propio, pues todos debemos asumir nuestros limites, asumir valores pero también errores y debilidades.
Asumir es evitar pagar dos veces por tus fallas: una por el acto cometido y la otra (la peor) aquella voz interna que no se cansa de repetirte que fuiste tu y no lo asumiste.
Como seres humanos somos propensos a equivocarnos, procura no hacerlo, pero cuando inevitablemente suceda admítelo.Impide la cadena perpetua a la que te somete tu conciencia cuando no asume tus fallas. Equivocadamente nos lucimos bonitos externa e internamente ante otros, olvidando que dentro de cada uno esta nuestro propio verdugo, pues todo en tu vida inicia contigo.
Acepta tus fallas y te sentirás mejor, disfruta de saberte responsable y de responder por ellas. Elige pertenecer al grupo de los diferentes y hazte cargo tomando conciencia de lo propio.