Gran consternación causó en esta ciudad de San Francisco de Macorís la muerte del dinámico joven Yank Pérez Lastanau de 30 años.
Yank, quien residía en la calle La Cruz #35 casi Ing. Guzmán Abreu de ésta ciudad, falleció a causa de un balazo en el lado izquierdo de su cara, que se lo ocasionó de manera accidental el sargento de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) Renato Comas Guerrero.
El hecho ocurrió la mañana del viernes 18 de marzo en el negocio de cerrajería, venta de seguros y otros servicios que opera la familia de la víctima, ubicado en la calle El Carmen esquina Billini.
La versión que sobre el hecho dio la Policía relata que el agente de Amet se presentó al negocio para que Yank le hiciera unos trabajos de reparación de unos armarios de metal en el cuartel de la institución.
El agente de Amet declaró en la Policía que Yank le pidió que le mostrara el arma para ver si estaba sucia y limpiarla, a lo que él accedió, y al devolvérsela se la entregó con una bala en la recámara y el martillo hacia atrás. Es ese momento que se le escapó el disparo cuando trataba de introducirla en el cargador.
Pérez Lastanau murió horas después de ser operado de emergencia, en el Centro Médico Siglo 21 donde recibía atenciones. Su muerte causó gran pesar en ésta población, ya que era un joven muy servicial y querido en la comunidad por su trato afable y sentido de responsabilidad con que realizaba sus labores.
Por su parte, Miguel Pérez, hermano de la víctima, afirmó que el agente de Amet no sacó el arma para mostrársela a Yank que se encontraba ocupado en ese momento, sino a otro amigo cuando se le escapó el tiro.
Dijo no explicarse cómo una persona con tanta experiencia como ese agente de Amet se puso a manipular un arma mortífera delante de sus amigos.
El cadaver de Yank fue llevado al Cuerpo de Bomberos donde le rindieron guardia de honor, pues era miembro voluntario de esa institución de servicio y fue fundador del grupo carnavalesco Los Catarrones de esta ciudad.
Yank era un expecto en reparación de llavines de vehículos y el copiado de llaves. Trabajaba en Repuestos Miguelito, propiedad de sus padres señora Manuela Lastanau y Miguel Pérez (fallecido).
Le sobreviven su madre Manuela Lastanau viuda Pérez, sus hermanos Miguel, Rossy y Anuncia; sus tias Gregoria (Cuqui), Rosario (Charo) y Angeles Lastanau; también Ramón Elás, Juan Francisco, Flor Estela y Rafaela Pérez.