Hola, estimados lectores. Es la primera vez que tomo el teclado (poco tiempo detrás podíamos decir la pluma) de este aparato sofisticado para hablarles a ustedes. Y quiero hacerlo primero agradeciendo a Dios y a la dirección de este prestigioso medio de comunicación de la ciudad de El Jaya por permitirnos hacerlo. Y en segundo lugar a ustedes, que dedican y dedicarán un momento a este espacio con su lectura, preguntas y opiniones.
Esta columna queremos perfilarla como un lugar de preguntas y respuestas sobre la Iglesia. Iniciemos nosotros mismos por hacer la primer pregunta: ¿Por qué Iglesia Abierta? Hemos elegido este título para nuestro espacio porque queremos que sea eso. Como Sacerdote Católico que somos, vemos la inquietud de las personas que se nos acercan con frecuencia a preguntar el porqué de las cosas, de las Escrituras y del accionar de la Iglesia. Es esta una muy buena tribuna para dar respuestas a inquietudes muy importantes que surgen a diario en el interior de muchas personas, en reuniones y grupos de la Iglesia, en oficinas, en el salón, en el bus, en cualquier transporte o en grupos y diálogos de amigos.
El objetivo fundamental es poder enfocar temas de interés de la población, motivados por los mismos lectores. Preguntas que puedan iluminar no sólo a los que las formulen, sino a todas las personas que entren en contacto con este medio informativo y formativo. Queremos que sea un diálogo sincero y abierto entre la Iglesia y el pueblo, entre la Iglesia y cada persona que sienta la inquietud de saber, aclarar o identificar un elemento de fe, histórico o doctrinal de la Iglesia Católica.
Juan XIII, cuando el 25 de Enero del 1959 dio la noticia de convocatoria del Concilio Vaticano II, esa reflexión trascendental ad intra y ad extra de la Iglesia, pidió que este concilio sirviera para que se abrieran las puertas de la Iglesia al Espíritu Santo. Se pidió un «aggiornamento» de la Iglesia. Una puesta al día, la adecuación de la Iglesia, según las brisas de los nuevos tiempos modernos.
Hoy queremos decir que la Iglesia sigue con las puertas abiertas para conversar, para preguntar, para responder, para comprender cada inquietud de cada uno de ustedes. Queremos utilizar los nuevos areópagos del Evangelio, para hacer llegar el Evangelio hasta ustedes. Y que desde aquí, desde la ciudad de El Jaya y por el Periódico que lleva su nombre, podamos establecer un puente que haga crecer nuestra fe y el conocimiento de la Iglesia. Sólo se ama lo que se conoce.
Para comunicarse con nosotros, lo podrán hacer vía telefónica a la oficina nuestra y su número (890) 244-1724 (en horario de 8am a 12m) o al correo electrónico igacao@hotmail.com
Esta es su columna. Hasta la próxima. Que Dios les bendiga!
El Autor es Sacerdote Católico. Rector del Seminario Menor San Francisco de Asís, San Fco. de Macorís.
Discussion about this post