En las propias narices de las autoridades del Ministerio de Salud y el liderazgo del Colegio Médico Dominicano, parturientas procedentes de Haití a diario abarrotan libremente los hospitales públicos de todo el país.
El propio Director Ejecutivo del Servicio Nacional de Salud, doctor Mario Lama, acaba de admitir que las maternidades de los centros asistenciales del pueblo dominicano, todas están abarrotadas de extranjeras haitianas.
Si es verdad que cada mes se registran 3 mil partos de haitianas en la nación dominicana, habla de cuerpo entero que el protocolo de fusión de ambos países va a pasos agigantados, claro, a la sombra de los Estados Unidos, Francia y otros países que animan ese propósito.
La más reciente encuesta de la empresa Gallup manifiesta quizás sin maquillajes, que la Inmigración Haitiana subió a un 2.5%, cifra que es insostenible en el área económica para la presente administración del gobierno de Luis Abinader, que al parecer no tiene quién lo defienda.
En una ocasión nuestra línea editorial, se refirió a la invasión haitiana sin tirar un tiro, reaccionando de manera violenta “falsos” defensores de los Derechos Humanos, entendiendo que la estadía en el país de ciudadanos haitianos, no era un peligro para nuestra soberanía nacional.
El asalto a los hospitales de las parturientas haitianas, disfrazado de ayudas humanitarias, es y seguirá siendo una violación a la soberanía nacional.