Te voy a contar un breve relato para que realmente seas feliz después de saber el secreto de la verdadera felicidad.
Hace unos años, un amigo que vivió más de cien años, me conto que un sabio de quien se decía tenía un cofre que guardaba, y dentro del mismo tenía el secreto de la felicidad, decían sus vecinos y todo el que lo conocía que era un triunfador en cada aspecto de su vida y que por eso, se consideraba el hombre más feliz del universo. Muchos presidentes y hombres con poderes económicos y otros envidiosos, le ofrecían poder y dinero y hasta intentaron robarlo para obtener el cofre, pero todo era en vano. Mientras más lo intentaban, más infelices eran aquellos hombres, pues la envidia no lo dejaba vivir tranquilo. Así pasó el tiempo y el sabio era cada día más feliz. Un día llegó ante el sabio un Niño y le dijo.
Señor: yo quiero ser inmensamente feliz como tú. ¿Por qué no me enseñas? ¿Qué debo hacer para conseguirlo? El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo: A ti te enseñaré el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta atención. En realidad son dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz y estos son: MI MENTE Y MI CORAZÓN. Y el gran secreto no es otro que una serie de pasos que tienes que seguir a lo largo de tu vida.
El primer paso, es saber que existe la presencia de Dios en todas las cosas y por tanto, debes amarlo y darle gracias por todas las cosas que tienes y por todo lo que te pasa sin importar lo que sea.
El segundo paso, que debes quererte a ti mismo y todos los días al levantarte y acostarte, debes afirmar: yo soy importante, yo valgo, soy capaz, soy inteligente, soy cariñoso, espero mucho de mí, no hay obstáculo que no pueda vencer. Este paso se llama autoestima equilibrada.
El tercero paso, es que debes poner en práctica todo lo que dices que eres. Es decir, si piensas que eres inteligente, actúa inteligentemente; Si piensas que eres capaz, haz lo que te propones; sí piensas que eres cariñoso- as; expresa tu cariño; sí piensas que no hay obstáculo que no pueda vencer. Entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas. Este es el paso de la motivación.
El cuarto paso, es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, cada cual alcanzó su meta; logra tú las tuyas.
El quinto paso, es no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie; ese sentimiento no te dejará ser feliz; deja que las leyes de Dios hagan justicia, y tú perdona hasta setenta veces siete como dices el señor y olvida.
El sexto paso, es no tomar las cosas que no te pertenecen. Recuerda que según las leyes de La naturaleza, mañana te quitarán algo de más valor.
El séptimo paso, es no maltratar a nadie; todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.
Y por último, levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito, piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes. Ayuda a los demás, sin pensar que vas a recibir nada a cambio; mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y ofréceles el secreto para triunfar para que, de esta manera, puedan ser felices. Como podrás ver cada uno de estos pasos están al alcance en tu mano.
Tengo la esperanza de que la moraleja de este escrito, tú que lo está leyendo saque las conclusiones necesarias para tu vida.