Iniciamos la presente semana laboral, poniendo atención al creciente número de denuncias, que tienen que ver con violaciones sexuales de niños y niñas, que en consecuencia terminan siendo tragedias imborrables en los hogares dominicanos.
La Jefatura de la Policía Nacional y el Ministerio de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, admiten que esos actos criminales son una realidad en el país, por la “incontenible” ola delincuencial y a falta de una Ley que castigue al máximo a los violadores de menores de edad.
Quizás en respuesta a esa postura, el senador de la República por la provincia Duarte, licenciado Franklin Romero, sometió la semana pasa un Proyecto de Ley, que busca le sea aplicada la castración química a condenados por violación.
Extraña que ciertos senadores, que conocen hasta la saciedad el número ascendentes de casos de violación sexual a menores, hayan levantado sus voces para oponerse al Proyecto, argumentando que la pieza legislativa va en contra de los Derechos Humanos y es “una locura”.
Si en los días por venir se cae el Proyecto de Ley del Senador Franklin Romero para la castración química a esos delincuentes y asesinos, planteamos que se desempolve la cacareada pieza legislativa, que en una ocasión buscaba instaurar en el país la Cadena Perpetua a criminales comunes.