El Partido Humanista Dominicano cuestiona la bonanza macroeconómica que exhibe el gobierno del Partido de la Liberación Dominicana, mientras persiste el alto costo de la vida, la falta de circulante y la precariedad de los servicios de salud, educación y electricidad.
Los índices que indican un pronunciado crecimiento económico difundido por las autoridades del Banco Central y organismos internacionales no se reflejan en la economía doméstica, familiar, del barrio, de la clase emdia y de los sectores marginados de la población dominicana.
El comité político del Partido Humanista Dominicano ve como contraproducente que, por un lado, el gobierno proclama estabilidad económica, altos índices de recaudaciones fiscales, renegociación de deudas atrasadas con entidades crediticias internacionales, mientras que las Asociaciones y Federaciones de Comerciantes e Indusriales plantean una espantosa recesión económica, la quiebra de cadenas de pequeños comerciantes y el propio gobierno dice que todavía no hemos salido del a crisis.
Creemos que el presidente Leonel Fernández y sus funcionarios deben concentrar el poder de ejecutorias y de acción que le otorga la Constitución Dominicana para enfrentar y solucionar los grabes problemas que afectan al país y suspender los tantos viajes al exterior, muchos de ellos improductivos y por demás acompañado de grandes comitivas y gastos exorbitantes.
El PHD entiende que el presente gobierno no debe engañar a la población dominicana pintándole “pajaritos en el aire” o falsas ilusiones, ya que el mismo gobierno está conciente de que el cuadro real del país es un cuadro de crisis.
La tan cacareada estabilidad macroeconómica no ha permitido aún resolver el problema energético, la ola de violencia y criminalidad, el caos en el transporte público, la paralización casi total de obras de infraestructuras en todo el país.
El Partido Humanista Dominicano llama al presidente Leonel Fernández a aterrizar, a bajar a la realidad, a escuchar detenida y reflexivamente las quejas, los sufrimientos y las carencias de un pueblo a punto de la desesperación. A tomar medidas que flexibilicen la política económica de constreñimiento y estrangulamiento que hasta ahora implementa el presente gobierno.