El siglo XXI trae diversos cambios sociales, entre los que se destaca el auge de la denominada era digital, la cual provoca muchos beneficios en la población humana, pero a su vez trae como consecuencia las nuevas conductas delictivas, a través del ciberespacio como escena principal del hecho antijurídico.
De manera que, el mundo en el año 2019 se vio afectado por la pandemia del Coronavirus COVID-19, la cual registró su primer caso en la República Dominicana en el año 2020, y a su vez obligando a las autoridades dominicanas a tomar las medidas pertinentes tales como el confinamiento y las restricciones sanitarias para contrarrestarla.
Por ende, durante el confinamiento había personas desempleadas en su casa, pero a su vez se volvieron más adictas a las redes sociales, contribuyendo a que fuera la época en la que se incrementó el ciberdelito de estafa y/o fraude electrónico, con base en los datos estadísticos de las denuncias registradas en la Policía Nacional y la Procuraduría General de la República.
Mejor dicho, fue una época donde las personas tenían diferentes tipos de necesidades de emprender para poder sustentar a su familia, pero sin darse cuenta que sus sueños se veían tronchado al momento de depositarle a una cuenta fantasma su ahorro de toda la vida.
El Incremento de los Delitos de Estafa y/o Fraude Electrónico en la Pandemia COVID-19, en la Republica Dominicana.
En fin, los delitos de estafa y/o fraude electrónico, con el tiempo han ido regularizándose, ya que la población en general se está educando e investigando, antes de depositar su dinero en manos de un estafador electrónico.