(CNN) –– El Gobierno del presidente Joe Biden retomará las deportaciones de venezolanos directamente a su país, en un intento por frenar la afluencia récord de cruces en la frontera entre Estados Unidos y México, según altos funcionarios de la administración.
Los venezolanos que crucen de manera ilegal la frontera sur y carezcan de una base legal para permanecer en Estados Unidos serán elegibles para ser deportados, de acuerdo a altos funcionarios del Gobierno. Las fuentes también agregaron que Venezuela acordó aceptar de regreso a sus ciudadanos.
«El anuncio de hoy (jueves) es una parte clave de nuestros continuos esfuerzos para intensificar las consecuencias que existen en la frontera para los migrantes que cruzan ilegalmente», dijo uno de los funcionarios.
Algunos migrantes ya han sido identificados para su deportación. “A partir de hoy, Estados Unidos comenzará las repatriaciones directas de ciudadanos venezolanos a su país de origen y, de hecho, ya hemos identificado a personas bajo nuestra custodia que serán expulsadas rápidamente en los próximos días”.
Los venezolanos representan una gran proporción de los migrantes que cruzan la frontera y, por lo general, Estados Unidos no puede deportarlos a su país debido a las frías relaciones diplomáticas con Caracas. México ha aceptado recibir algunos de los migrantes, pero sigue siendo un desafío complicado –y único– para la administración Biden y para las ciudades que los reciben.
El mes pasado, el Departamento de Seguridad Nacional anunció que extendería a los venezolanos el beneficio del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), una forma de ayuda humanitaria, por 18 meses. El beneficio aplica para personas que residían en EE.UU. el 31 de julio o antes. El departamento anticipó que alrededor de 472.000 venezolanos serían elegibles nuevamente para este alivio, según un funcionario de Seguridad Nacional.
Los migrantes detenidos en la frontera pueden ser sometidos a un proceso de deportación por vía rápida, regresar voluntariamente a México, ser detenidos o puestos en libertad mientras avanzan en sus procedimientos de inmigración.
Las malas condiciones económicas, la escasez de alimentos y el acceso limitado a la atención médica están empujando cada vez más a los venezolanos a huir de su país. La agitación económica y política en Venezuela ha generado que más de 7,7 millones de personas salgan de Venezuela, lo que representa el desplazamiento más grande en el hemisferio occidental, y muchas están optando por ir al norte. Como punto de comparación, la escala de este desplazamiento supera a Ucrania, donde hay una guerra activa.
Venezuela fue uno de los temas de discusión entre Biden y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el mes pasado.
Los dos “destacaron la importancia de la restauración de la democracia en Venezuela, y el presidente Biden reiteró el apoyo de Estados Unidos al pueblo de Venezuela y describió nuestra visión de un enfoque paso a paso en el que se tomen acciones concretas para restaurar la democracia venezolana, que conduzcan a elecciones libres y justas, y que se complementen con el correspondiente alivio de las sanciones por parte de Estados Unidos”, según una lectura de la Casa Blanca en ese momento.