GUAYAQUIL, ECUADOR.- Daniel Noboa Azin, un joven de 35 años oriundo de Guayaquil, ha dejado atónito al país al resultar electo presidente en las recientes elecciones de Ecuador. A pesar de haber sido el segundo candidato más votado en la primera vuelta el pasado 20 de agosto, el panorama político no preveía su ascenso al primer cargo del estado.
Hijo del reconocido empresario y excandidato presidencial Álvaro Noboa Pontón, Daniel no es un recién llegado a la política. Fue representante en la Asamblea Nacional y lideró la Comisión de Desarrollo Económico. Además, cuenta con una formación académica envidiable, habiendo estudiado en universidades de renombre como Harvard y la Universidad de Nueva York.
Sin embargo, la pregunta que resuena en los medios y entre la ciudadanía es: ¿Cómo un candidato que las encuestas no favorecían terminó por ganar la presidencia?
En una reciente entrevista con CNN en Español, el analista político Farith Simón atribuyó una parte del éxito de Noboa a su desempeño en el debate presidencial. Fue el candidato que, según Simón, «más impactó por su claridad y respuestas». Después de dicho evento, las críticas se dirigieron hacia otros aspirantes, como Jan Topic y Otto Sonnenholzner, dejando un espacio para que Noboa consolidara su candidatura.
Además, José Chalco Salgado, abogado constitucionalista, recalcó el peso que tuvo el debate en la elección de los ecuatorianos. «Por primera vez, el debate presidencial ha marcado la brújula de la elección», afirmó.
Pero el camino de Noboa no se limitó a un debate bien manejado. Farith Simón destacó que el ahora presidente electo llevaba tiempo construyendo una campaña sólida en territorio, lo que sin duda contribuyó a su victoria.
Con un panorama político en constante cambio y un electorado que demanda respuestas claras, la elección de Daniel Noboa Azin como presidente marca un nuevo capítulo en la historia política de Ecuador. Su próximo desafío será enfrentar las expectativas y cumplir con las promesas que lo llevaron a la presidencia.