Por Wendy Padilla
El 3 de diciembre se celebra el día internacional de las personas con discapacidad, creado mediante el decreto No. 925-02.
Con este decreto, la República Dominicana asume el reconocimiento de las personas con discapacidad como entes jurídicos en igualdad de deberes y derechos constitucionales y civiles, sin discriminación ni diferencias con las personas que no presentan discapacidad.
Resaltando algunos antecedentes, en el 1992, la Organización de las Naciones Unidas(ONU), en una asamblea general, proclamó el 3 de diciembre, a nivel internacional, como el día de las personas con discapacidad, con la finalidad de fomentar mayor integración social. Esta decisión motivó a muchos países a entender la necesidad de propiciar, a través de la legalidad, el reconocimiento de este día. Podemos citar a Argentina con la ley 25346 declarado el 2000 en el mes de octubre, En el 2022 México suscribe la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad y hace la ratificación de un protocolo facultativo, generando en esta nación el interés y la reflexión a la realidad política y social, con relación a las oportunidades y barreras en todos los estamentos , llevándolo a generar rediseño en las acciones estatales y legales a favor de la inclusión social, reconocimiento de los desafíos y tratando de involucrar los sectores salud, educación, creando un sistema de apoyo para la toma de decisiones.
En fecha 30 junio 2000, mediante la ley num. 42-2000, ley general sobre la discapacidad, en República Dominicana, se crea el Consejo Nacional Para la Discapacidad (CONADIS). Esta institución es la responsable de establecer las políticas que garanticen la igualdad de derecho, el equipamiento de oportunidades y la eliminación de toda forma de discriminación hacia las personas con discapacidad, a través de planificar, supervisar y ejecutar programas que integran a esas personas a la sociedad.
Además, en el orden educativo, está la ordenanza 04-2018, que ampara la no discriminación y la creación de oportunidades, la eliminación de las barreras que impiden el acceso de las personas con discapacidad, en los centros educativos, el desarrollo de las competencias fundamentales y especificas establecidas en el currículo de la educación dominicana, entendiéndose que la educación es parte neural, el apoyo familiar imprescindible, para la integración social y el desarrollo integral, reconociendo que cada día implica un mayor desafío, me permito preguntarte:
¿Desde el rol que desempeñas en los centros educativos, ¿tienes apertura y disposición para favorecer y propiciar estos espacios de oportunidades?
Desde los espacios laborales, ¿estás creando conciencia y consideras las posibilidades productivas de estas personas, dándole oportunidades para que sean funcionales y no valorando las limitantes que les pueden impedir realizar algún tipo trabajos.?
Y como familia ¿has considerado que un diagnóstico temprano facilita que tus hijos-as reciban las oportunidades, a través de los rediseños y las consideraciones que les corresponde en los espacios áulicos sociales?
Me permito animarte a ser parte de este proceso de transformación y cambio en la vida de cada una de esas personas con alguna condición o discapacidad. Encendamos la luz, desde los espacios y rincones donde podemos influenciar y accionar, para que las personas se valoren por sus oportunidades y potencialidades, no por sus limitantes.
Me permito recordarte que en las leyes está establecido los artículos que describen el compromiso de cada uno de los actores de la sociedad, pero, las acciones, están en nuestras manos y en asumir la inclusión educativa y social como compromiso.
Familia, me permito alentar tu corazón, desde la plataforma del amor, te invito a aceptar la realidad y a mostrar gallardía para enfrentar junto a tu hijo-a, los desafíos y retos que para ellos, significan la existencia. Vivir en una sociedad donde las barreras de comunicación y de acceso implican una limitante para el desarrollo de sus posibilidades, te motivo a mirar en tu hijo-a, una oportunidad para provocar el cambio social, para que la igualdad de oportunidades y la equidad sean una realidad, no una intención.
Una discapacidad diagnosticada a tiempo, facilita las intervenciones y el trato requerido, en los diferentes espacios. Cuando aceptas, el entorno acepta. Desde el hogar, se pueden generar posibilidades y oportunidades. Anímate, hay muchas personas de corazones nobles y compromisos social, vocación y empatía, en los centros educativos y espacios sociales, que miran en una persona con discapacidad oportunidades para hacer la diferencia.
La autora es maestra Orientadora Psicopedagoga de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)-Recinto San Francisco de Macorís y Técnico en el área de Educación Especial Distrito 07-05.