-Buenos días señor economista vengo por lo de la entrevista…
-Sí, sí pero ahorremos el mayor tiempo así podremos invertirlo
en otros rubros que ofrezcan mayores posibilidades de beneficios
productivos a corto, medio y largo plazo
-Bien, seré breve. Por favor díganos con el lenguaje
más claro posible en qué consiste la economía
-Pues verá, para explicárselo en palabras sencillas y siguiendo en parte las teorías keynesianas, las del mercantilismo, la fisiocracia y el monetarismo a economía es una ciencia que maneja datos en una estructuración compleja y sucesiva de fenómenos gradientes, variables y alternativos respecto a los engranaje sistémicos de las riquezas producidas en acumulaciones presentes o generacionales…
-Oiga, pero ¿está hablando en lenguaje swahili africano, en urdu pakistaní?
-Señor periodista, una definición más clara ni el agua, ni en los libros del famoso economista norteamericano Paul Samuelson que se estudian en tantas universidades podrá usted encontrar una explicación más sencilla y entendible
-Bueno, si usted lo dice… por favor, díganos que es eso de la inflación esa que nos está mandando los los precios desde la lechuga, el pollo y hasta el aceite a la Luna…
-Eso sí es fácil, pan comido, todos lo van a entender. La inflación es un fenómeno recurrente y con carácter determinante en zonas y periodos específicos producida por contracciones ascendentes de la oferta cuando la demanda no es controlada en sus aspectos básicos más perentorios, y por ende los precios sufren una variabilidad por el sesgo de las indexaciones provenientes de entornos externos e internos. ¿Aclarado? Señor periodista qué le sucede, no se duerma ¡despierte! ¡despierte!
-Excúseme, es que ayer me acosté muy tarde preparando la entrevista y con esta perorata…pero dígame señor economista por qué todos los profesionales de este ramo hablan con palabras y términos que casi nadie entiende
-Es porque utilizamos un lenguaje científico, culto, difícil de comprender por la plebe intelectual. Se imagina que los economistas digamos que la inflación es una vaina que hace subir los precios porque unos señores que cobran un tremendo sueldo no saben manejar adecuadamente los dineros del país, ese sería casi un suicidio de la clase, entonces todo el mundo sabría de economía. Es como los médicos que al dolor de cabeza le llaman cefalea o al estreñimiento ¨constipation¨ hasta en inglés, o a tirarse pedos aerofagia, al igual que nosotros cuanto menos se enteren los pacientes o clientes más sabios parecemos y más caras son los informes y las consultas
-Hay quienes dicen que ustedes se pasan seis meses del año haciendo pronósticos económicos y los otro seis meses restantes justificando el por qué no se han cumplido ¿Es verdad?
-Nosotros acertamos siempre, no fallamos un pronóstico por nada del mundo, lo que sucede es que la economía como trata de la riqueza es susceptible de entenderse de varias formas y como usted sabrá el dinero es de naturaleza traicionera, vengativa, a veces quiere engañarnos, pero los economistas somos mucho más listos, les damos la vuelta a los resultados adversos, le echamos la culpas al PBI, el TAE, IPF, el IRPF, FMI y otros muchos factores y siempre quedamos bien
-A ustedes los economistas como que les gusta pelear o discutir los resultados o los trabajos publicados, que si Fulano o Mengano dice esto de la demanda inducida no tiene razón, que las importaciones son menos, que la renta per cápita no es así…
-Todos somos muy amigos, nos conocemos desde la facultad, lo que sucede es que estas confrontaciones en los medios de comunicación nos generan popularidad, mucha presencia mediática, nos dan vigencia y prestigio profesional, no solo van a ser los políticos y los artistas los que se adueñen de las pantallas, las emisoras y los periódicos, además como si unos, otros, o ninguno tenemos la razón nadie se entera, no hay perjuicio para nadie.
-También dicen que ustedes están más en los programas de televisión, en las cabinas de radio, en las redacciones de los informativos que en sus despachos de trabajo…
-¡Eso es una calumnia! una barbaridad, una mentira grosera, producto de la envidia que nos tienen muchos profesionales porque ser economista no lo puede ser cualquiera, hay que tener mucho cerebro, entender de muchas cosas complejas, en lenguaje corriente que todos entienden esta carrera no es un rulo ni paja de coco…
-Nos podría también decir…
-Lo siento, señor periodista, estoy muy ocupado, no dispongo de más tiempo, tengo que llegar a tiempo al programa ¨Economía para quienes la puedan entender¨ a las nueve en punto y ya sabe como están los tapones a esa hora
-Pues gracias y adiós señor economista, que tenga buenos días
-Adiós señor periodista y a usted también, que tenga buenas economías