El candidato presidencial del Partido la Fuerza del Pueblo, Leonel Fernández, aunque no lloró ante las cámaras de periodistas e invitados especiales, anoche ni por asomo intentó mencionar el Código Fuente o el Algoritmo, sin embargo admitió que el partido no estuvo a la altura de sus expectativas en las pasadas elecciones.
Sin hablar del lugar donde se quedó su colchón de más de 2 millones de votantes, que oficializaron su existencia como partido ante la Junta Central Electoral, llegó a la conclusión de que la abstención se debió a que desde la alta esfera del oficialismo se diseñó una estrategia que buscaba precisamente eso.
Valoramos de positivo el decir de Fernández, cuando afirmó que “es el momento de mirar hacia adelante, con espíritu patriótico y continuar la lucha, para restituir un sentimiento de dignidad, honra y decencia a la política”.
Sin embargo, valoramos de negativo la reacción de algunos de sus acólitos, como es el caso del súper millonario, senador y cuestionado ex Director de la Oficina de Supervisores de Obras del Estado, Félix Bautista, quien en vez de aceptar con humildad la aplastante derrota, lanzó un grito de guerra al gobierno.
Mientras Leonel habló de mirar hacia adelante, Bautista habló, citamos “ahora es que van a saber cómo se ganan las elecciones”, dejando en la mesa de la Junta Electoral serios cuestionamientos de cómo ganaron las elecciones a partir del 1996 y por espacio de 20 años.
Que sigan los lloriqueos, que algo hemos de aprender de ellos.