Anótenle un logró más al ingenio y creatividad del artista francomacorisano Miguel (Guelo) Paulino y su comparsa Los Zorros, que ganaron la séptima edición de la competencia de comparsas Kanibarú en la que participaron 13 grupo de jóvenes talentosos y creativos.
Kanibarú, la actividad carnavalesca más importante de la región del Caribe se realizó el miércoles 20 de marzo en la sala de la Restauración del Gran Teatro del Cibao donde se vivió una competencia de comparsas llena de talento, creatividad, lujo y diversión, que estuvo organizada por Clara Olivo.
En la categoría Profesional el primer lugar correspondió a la comparsa Los Zorros; segundo lugar la comparsa de Santiago y 3er. lugar, un empate entre las comparsas de Bonao y Santo Domingo Este.
Los Zorros también recibieron el reconocimiento de mejor vestuario.
En la categoría amateur el primer lugar fue para Los Payasos Carcajadas de Nizao; y segundo lugar la comparsa de Samaná.
El evento sirvió además para reconocer los 35 años de trayectoria, dedicación y liderazgo en el arte dominicano de Guelo Paulino.
Las hermosas creaciones, donde la danza, el teatro, la música, la coreografía, el vestuario y la suntuosidad de las producciones se pusieron de manifiesto en su máximo esplendor.
La noche cargada de magia, color, y conceptos espectaculares, se transmitió en vivo por Digital 15, Telemicro Internacional y YouTube live. La gala fue conducida por los comunicadores Lady Alvarez, Bray Vargas y La Pitonisa.
Sirvieron de jurado: Pablo Pérez, Iván Tejada, Robert Flores, Roseanne Jerez, Nathalie Borsos, el doctor Yanco Soufront y Reynaldo Sánchez.
El concepto de CODIGO SAGRADO que presentó la Comparsa Los Zorros.
Este año la Comparsa Los Zorros rindió homenaje a uno de los pueblos y culturas más emblemáticos de América: Los Aztecas.
“Código Secreto”, un trabajo inspirado en los elementos estéticos y artísticos de esta cultura ancestral, recreó por medio al lenguaje del carnaval, sus creencias, mitologías, personajes, animales y sus entornos ambientales, cargado de expresiones simbólicas que recrean un mundo de formas, colores y movimientos constante.
Toda la memoria de Los Aztecas fue conjugada por la comparsa para descifrar los códigos secretos extraídos de sus pirámides y templos.