En la Misa Crismal del Jueves Santo en la catedral Santa Ana, durante la entrega de las ofrendas participaron mujeres haitianas cantando y lanzando alabanzas al Señor en Creole, para sorpresa de quienes entienden que bandas delincuenciales armadas de Haití buscan violentar la soberanía nacional.
El obispo de la Diócesis de San Francisco de Macorís, monseñor Ramón Alfredo De la Cruz Baldera, quien presidió la actividad religiosa, defendió la presencia de haitianos en la eucaristía, entendiendo que la Iglesia Católica es universal y no practica la discriminación.
Reiteró que los haitianos que participaron del oficio religioso llegaron con sus ofrendas, conteniendo diversos frutos en poncheras y lo hicieron cantando y haciendo alabanzas en su idioma, el Creole.
Se comprende la reacción de los llamados “nacionalistas”, porque en su mayoría desconocen que en la Iglesia Católica existe una Pastoral Haitiana y en las parroquias prestan servicios muchos sacerdotes, oriundos de la República Haitiana.
También se comprende los cuestionamientos al Obispo de la Diócesis de San Francisco de Macorís, vista la problemática que vive el país en la frontera, a consecuencia de los abusos de bandas delincuenciales de Haití, que portando armas de distintos calibres se creen dueños y señores del territorio nacional.