Al llegar al camposanto Las Mercedes de S.F.M. (Cementerio Viejo), en la parte media del primer cuadrante del ala derecha observamos un monumento. Se trata de un exaedro que en su parte superior fue construida una pirámide cuadrangular truncada de aristas curvas y en una cara lateral de ésta, (la que suponemos daba al frente en aquella época) fue colocada una lapida que representa un libro abierto sin ningún dato, que indique tiempo o persona.
Coronado ésta, se levanta una imponente columna de forma cilíndrica como expresión de la importancia del difunto enterrado ahí. Este sepulcro no creo haberlo visto pintado, por suerte en su base no crece la hierba por estar construído sobre un terreno arcilloso, me llamó la atención y pregunté al sepulturero Don Chiche, (Fallecido hace un par de años), ¿A quién pertenece esta tumba? Respondió; Esa es la tumba del Maestro Chu, ¿Quién fue el Maestro Chu? No se, he oído decir: él daba clase gratis a todo el que pedía aprender, eso fue a principio del siglo pasado, también enseñaba las cuatro reglas: como queriendo decir que de las matemáticas enseñaba las operaciones fundamentales (+), (-), (x), y (÷), ¿Quiénes fueron sus familiares? ‘a’ nadie he visto visitar esa tumba, ni traer una flor, poco se de él, me dijo.
Este monumento por la característica que tiene, nos dice cuan importante fue para su comunidad. Enseñando todo cuanto pudo aprender y hoy nos preguntamos: ¿Dónde estudio el maestro Chu?, ¿Quiénes fueron sus profesores?, ¿A que centro educativo asistió?, ¿Quién o Quienes erigieron este panteón? ¿El pueblo?, ¿la comunidad agradecida?, ¿sus alumnos?, ¿sus familiares?…
El maestro Chu, llevaba consigo un cartón y en el bolsillo derecho del pantalón pedazo de yeso como material didáctico para cuando iba a visitar un alumno.
Esto es un indicador que cuando las cosas se hacen bien, no se ha trabajado en vano.
Hoy una de esas calles que son designadas con un número o una letra de la Urbanización Los Maestros, pedimos sea nombrada con dos palabras: “Maestro Chu”.