En los últimos años crecen como verdolaga el nacimiento de Iglesias Evangélicas, fundadas por personas que visten el traje de “pastores” y dicen ser poseedoras de asuntos divinos para la sanación de enfermedades, inclusive terminales.
Estos improvisados mensajeros de las palabras de Dios, abandonan los templos y se establecen en los Parques de Recreación con modernos aparatos de amplificación y rodeados de alegados creyentes religiosos, que testimonian haber sido sanados de sus enfermedades.
Terminan convirtiéndose en “vagos”, porque no dan un golpe y más de una vez son acusados y sometidos a la justicia por violar sexualmente a menores de edad, es el caso de pastor Johan Manuel Castillo Ortega, del municipio Los Alcarrizos.
Castillo, quien fue candidato a regidor por el PRD en las pasadas elecciones municipales, dice haber revelado sus fechorías a su esposa y conminado a arrodillarse a los pies del Señor y éste lo perdonó, a sabiendas que en una de las habitaciones de su Iglesia, procedió a violar a una veintena de menores.
Esa y otras situaciones son conocidas hoy por querellas presentadas en el Ministerio Público por las madres de las menores y por esa razón se han levantado algunos ciudadanos que plantean la creación de una Ley de Castración, que sea aplicada a esos pastores y cualquier otro ciudadano.
Estaremos a la espera de una reacción de nuestros legisladores.
