Amanecimos acariciando el anuncio que hiciera La Refinería Dominicana de Petróleo, que habla de la existencia de petróleo tangible en el territorio nacional, que de ser verdad pondría al país en el ojo del huracán del Imperio Norteamericano, que de manera inocultable por años ha buscado adueñarse de ese recurso natural de cualquier nación.
Este anuncio debe llenar de regocijo a los dominicanos que conocen al dedillo las millonadas que han gastado cada gobierno en la compra de petróleo a Venezuela y otros países, que poseen esa riqueza natural.
Dudamos que haya una “hombría” en el gobierno de Luis Abinader y del Partido Revolucionario Moderno, que avale la explotación del petróleo en las cuencas de Azua, Cibao Occidental, Cibao Oriental y Enriquillo.
Expresamos dudas, razón por la que desde el Gobierno de los 12 años del doctor Balaguer y los gobiernos subsiguientes, de tiempo en tiempo, se ha anunciado la existencia de petróleo, pero por arte de magia esa posibilidad cae en el hoyo del olvido.
Con el presente alboroto que ha provocado la afirmación de los altos funcionarios de la Refinería Dominicana de Petróleo, habrá que esperar que suceda lo contrario en el presente gobierno, sin importar que su extracción dañe la economía de los empresarios dominicanos que comercializan este producto.
Estaremos en la acera del frente a espera de realizaciones del gobierno de Luis Abinader, pero que sean positivas y que alegren nuestros bolsillos.