Tan productiva como bonachón fue la carrera y vida de Ricardo Carty, sin dudas, uno de los personajes más pintorescos que ha parido la República Dominicana.
El Rico o el Oso Grande como muchos les llamaban dejó de existir este sábado 24 de noviembre a los 85 años, luego de permanecer varias semanas hospitalizado en Atlanta, la ciudad en la que erigió su carrera en el béisbol a lo más alto y lo convirtió en uno de sus héroes.
Tanto así que tras su retiro de la gran carpa en 1979, viajaba con mucha frecuencia a esa ciudad a variadas secciones de firmas de autógrafos a la que asistían pasadas y nuevas generaciones.
Nacido en Ingenio Consuelo, San Pedro de Macorís el 1ro de septiembre de 1939, fue miembro del primer paquete de dominicanos que pisaron los diamantes del béisbol y que tuvieron que enfrentar la barrera racial, fue junto a Felipe Alou, los primeros quisqueyanos en batear con poder en las Mayores, pues en su primera campaña completa en 1964, empalmó 22 vuelacercas, mientras que el mayor de los Alou´s, ya en 1962 había disparado 25, pero éste llegó seis años antes a la gran carpa. En ese 1964, el Rico fue segundo en la carrera por el Novato del Año en la Nacional, solo detrás de Dick Allen
Aunque, el Rico fue el primer dominicano con 100 producidas, con las 101 de 1970, año en que conquistó el cetro de bateo del viejo circuito con su astronómico .366. “ Sin dar hit de toque”, como con frecuencia lo expresaba. Para entonces fue el segundo quisqueyano en obtenerlo, pues ya Mateo Alou lo había logrado en 1966 con sus .342.
Hombre de decenas historias y anécdotas, la mayoría super famosas, como una pelea que tuvo con Hank Aaron, amo y señor de Atlanta, en pleno vuelo y en la que el bateador de 755 salió lastimado.
También expresó en decenas de las entrevistas que otorgó, que permaneció más de los 9 meses en el vientre de su madre. Además que en ocasiones cedía su turno en la alineación a compañeros, como por ejemplo a Orlando Cepeda, cuando este se encontraba en slump ofensivo, pues por lo regular, el Rico bateaba justo detrás de Aaron.
De vestir tan impecable, que de inmediato llamaba la atención a donde llegaba, siempre combinó sus trajes y zapatos coloridos, un comprador impulsivo de las ropas. Con frecuencia decía que tenía unos 500 trajes e igual cantidad de calzados, incluso en los viajes de béisbol llevaba hasta una docena de trajes.
El béisbol fue su vida, tras su firma, Carty se convirtió en uno de los bates más finos de su época, combinación de batear para alto average como poder. Permaneció 15 campañas en Grandes Ligas con Bravos de Milwaukee, Atlanta, Indios, Cachorros, Texas, Atléticos, Azulejos. Fue un trescientista en seis ocasiones y de por vida bateó para un robusto .299, jugando en una época donde estuvo la mayor parte de la “crema y nata” del pitcheo de las Mayores
En 1970, por mucho su mejor temporada asistió al Juego de Estrellas y su carrera se vio limitada porque sufrió de tuberculosis, en sus años de juventud.
El béisbol dominicano
También, fue uno de los héroes históricos de la pelota dominicana, fue el segundo pelotero detrás de Alonzo Perry y el primer dominicano en superar los 50 jonrones, batazo que produjo el domingo 30 de diciembre de 1973 vistiendo la camiseta de ls Aguilas en el cuarto acto frente a Juan Marichal, del Escogido.
En total culminó con 59, record que permaneció por 25 años, hasta que Félix José lo quebró el 19 de noviembre del 2005, tras empalmar sus 60 ante Ramón Antonio Peña.
Fue de los primeros peloteros en accionar con los cuatro equipos tradicionales.
Fue tres veces campeón en el béisbol dominicano, cuyo éxito comenzó con las Estrellas en aquella famosa corona en 1967-68. También ganó con el Licey en 1976-77 y 1979-80.
Fue campeón bate con las Estrellas en 1967-68 con .350 (183-64) es cuarto en jonrones con sus 59, noveno en empujadas con 292, segundo en sluggins con .453, solo superado por Perry, quien tuvo .488.
Fue un tres veces Más Valioso en el béisbol dominicano, 1966-67, 1967-68 y en 1973-74. Su mayor cantidad de vuelacercas fueron 9, tanto en 1966-67 como en 1973-74, este último con las Aguilas.
En 1989 fue exaltado al Salón de la Fama del Deporte Dominicano, el 19 de agosto pasado recibió la de los Bravos de Atlanta, equipo que le retiró el número 43 que uso. También es inmortal del Pabellón de San Pedro de Macorís, el de la Serie del Caribe y el de béisbol Latino.
En la Serie del Caribe de 1976, en Venezuela disparó cinco vuelacercas, lo cual es el record este evento y que 14 años después fue igualado por Barry Jones en 1990 en Miami.
Que en paz descanse el gran Ricardo Carty.