El más humilde dominicano siempre está a la espera de la celebración de las navidades, en procura de aprovechar la época del nacimiento del Niño Jesús, para expresar amor y solidaridad a familiares y amigos, sin importar la distancia y su condición económica.
Ese sagrado deseo se fue a pique, cuando el pasado miércoles 27 de noviembre, la sociedad francomacorisana, fue testigo de la trágica muerte de la profesora Andria Nazarena Cáceres Paulino, quien laboraba en la escuela pública “Padre Abel Aranda”.
Luego en la presente semana, tres hechos trágicos en la comunidad rural “La Boca” y en esta ciudad, cargando con las vidas de la señora María Magdalena Hurtado Del Orbe, alias Magaly, Henry Nicolás Severino y Agustín Ovalle Santana, conocido por el sobrenombre de El Yeso.
Por estos y otros hechos de violencia, convocamos a los profesionales o especialistas que tratan el comportamiento humano, hacer un mayor trabajo desde las Iglesias, Clubes y Juntas de Vecinos, porque de lo contrario, terminaremos celebrando las navidades en medio de un baño de sangre.
Hacer positiva esta convocatoria es difícil pero no imposible, siempre y cuando haya un acompañamiento de los funcionarios que integran los Ministerios de la Salud y de la Educación, que a nuestro entender deben liderar ese propósito, para tranquilidad y sosiego de todos los ciudadanos, sin importar su estatus económico, político y religioso.