Tan semejante al líder guerrillero El Che Guevara, un 16 de febrero del 1973, el coronel de abril y playa Caracoles, Francisco Alberto Caamaño Deñó, fue asesinado por orden expresa de oficiales de la CIA, que a raíz de la Revolución de 1965, disponían de las vidas de lo mejor de la juventud revolucionaria.
Se atribuye también su asesinato a una orden que dispuso el presidente de ese entonces, doctor Joaquín Balaguer, argumentando que no existían cárceles en la República Dominicana para tener preso a una persona de la estatura y del liderazgo del coronel Caamaño.
Al cumplirse este domingo 16 el 52 aniversario de ese hecho de corte criminal y violatorio a varios preceptos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Dirección Nacional de la fundación “Caamaño”, en este fin de semana han de estar desarrollando actos patrióticos allá en las Frías lomas de Nizaíto, lugar donde fue asesinado Caamaño y sus compañeros de la gesta guerrillera “Playa Caracoles”.
Tildamos de positivo que realicen estos actos, en honor esos valientes hombres que iniciaron esa gesta guerrillera el 2 de febrero de 1973, en procura de sacar del poder al gobierno más criminal y represivo que conozca la historia dominicana, encabezado por el llamado pichón de dictador, doctor Joaquín Balaguer.
Paz a los restos de Caamaño, el personaje más trascendente en la historia dominicana del Siglo XX, símbolo de la lucha antiimperialista en América Latina.