Desde el cielo, el Doctor Carles Miñarro escuchó hasta en tres ocasiones los decibelios procedentes de Montjuïc. Eran los tres goles con los que el Barça derrotó al Benfica (3-1) y certificó su clasificación para los cuartos de final de la Champions. En una primera parte letal, los de Hansi Flick hicieron valer su condición de favorito y trituraron a un elenco portugués que sufrió la versión estelar de Raphinha (2) y Lamine, goleadores de la noche. Los azulgranas ya esperan a Dortmund o Lille en la próxima ronda.
Con el once esperado, es decir, con Araujo y Olmo, los azulgranas saltaron al césped con la intención de monopolizar el cuero mucho más que en los últimos dos enfrentamientos ante el Benfica. Sin embargo, los primeros compases fueron el perfecto tráiler de lo que podía ser la batalla: los de Flick dominando y los de Bruno Lage aprovechando los espacios para transitar.
Lamine y Lewandowski avisaron con dos remates tiernos, mientras que atrás la zaga no fallaba en los habituales ejercicios de precisión para dejar en fuera de juego al rival.
Juguetón, el de Rocafonda se vistió de Messi para zafarse de la zaga lusa y asistir -sin querer- a Raphinha, que solo tuvo que empujarla para abrir el marcador. Sin tiempo para digerir el golpe, el Benfica reaccionó al instante, cuando Otamendi cabeceó libre de marca un saque de esquina. Era el minuto 13.
Lamine y Raphinha liquidan antes del descanso
A partir de ahí, el envite entró en una fase de control en la que los locales parecieron recordar que, con ventaja, no había razón para convertir la tarde en un correcalles. Estelar, Pedri asumió el mando y dirigió al equipo con y sin balón, pues se hartó a recuperar posesiones mientras Montjuic coreaba su nombre.
Pero la de este martes también era la tarde de Lamine. En una acción que recordó su gol a Francia en la Eurocopa, el ’19’ se perfiló desde el vértice del área hasta lograr ángulo para soltar una tierna rosca que quitó las telarañas de la portería de Trubin. Con obras de arte de tal calibre, no hace falta que vuelva a marcar en Liga.
El 2-1 amaniató a los de Bruno Lage, que comieteron varias pérdidas atrás. Poco preciso en el remate, Lewandowski perdonó varias veces el tercero. Este llegaría igualmente tras una brutal cabalgada de Balde, que se recorrió 60 metros conduciendo hasta dividir en el momento idóneo para Raphinha, que cruzó el cuero con un latigazo inapelable. Si el Barça acaba ganando la Champions, no parece que el brasileño tenga rival en el Balón de Oro.
Plácida segunda mitad
La reanudación arrancó con papeles invertidos. El Benfica dio un paso adelante y los locales, más reactivos, atrasaron un pasito la línea defensiva. Fue así como en dos transiciones pudo llegar el cuarto. Los de Flick gozaban de espacios y contemplaban con comodidad el paso de los minutos.
En una gran acción colectiva iniciada por De Jong, el propio neerlandés le quitó de las botas el ‘hat-trick’ a Raphinha, que aguardaba solo en el segundo palo. La réplica la puso Pavlidis, pero su remate lo atajó Szczesny mientras Montjuïc gritaba al únisono ‘Szczesny fumador’. A decir verdad, el polaco se podría haber encendido un cigarro en la segunda mitad, ya que los portugueses apenas inquietaron.
Flick movió ficha a falta de 20 minutos. Ferran y Gavi fueron los elegidos para mantener los niveles de energía. Se marcharon Olmo y ‘Lewy’, ambos voluntariosos pero no muy acertados.
Un triunfo para Carles Miñarro
Con el barcelonismo de celebración ante los tres goles de margen, la relajación también se tralsadó al césped, donde los azulgranas empezaron a gustarse a modo de posesiones largas. El Benfica pidió un penalti por manos de Íñigo, pero el VAR declinó la protesta. Renato Sanches lo probó desde la frontal, pero se le marchó arriba.
Pese a que el Benfica buscó maquillar hasta el final el resultado, este ya no se movió. En una noche feliz y a la vez triste y emotiva por el fallecimiento de Carles Miñarro, los jugadores pudieron cumplir su deseo de dedicar el triunfo al doctor, desde este martes el jugador número 12 en todos y cada uno de los encuentros del Barça hasta final de curso.