Desde siempre las mujeres han hecho importantes contribuciones al crecimiento económico de sus países. Impulsan innovación y cada sector tiene su impronta: costumbres, cultura, derechos, entre ellos, salud, educación…, en esta oportunidad no es excepción, se ha diversificado siempre. Pero, hoy se aborda cómo fortalece la prensa dominicana.
Analistas del tema afirman que a partir de 1980, se incrementa el número de mujeres se interesan por capacitarse y ejercer la profesión de periodista en la República Dominicana. Sin embargo, existe un importante legado anterior del trabajo de las pioneras, desde las trinitarias, pasando por la excelsa Abigail Mejía, educadora, escritora e historiadora, defensora de las libertades públicas y aportes de la mujer.
Así como, la educadora Petronila Angélica Gómez Brea, quien fundó la primera revista dedicada a promover y defender a la mujer: Fémina, que circuló entre 1926 y 1939. Décadas después, Pía Rodríguez, mediante su programa de televisión: Puntos de Vista, ejercitó Periodismo Político, tras caer la dictadura que vivió la nación por 31 años, de 1930 a 1961.
Hoy, nos alegra decir con propiedad que sus legados han sido asumidos y representados por generaciones, siempre desde el decoro, como nos enseñaron. En este momento, la mujer periodista profesional sigue llenando de orgullo su sociedad, venciendo desafíos en una ciencia que amerita un ejercicio arduo, tesonero, apegado a la ética, y conlleva sacrificios en pro del bienestar generalizado.
Asimismo estas líneas que reconocen a la mujer periodista dominicana, procuran además, identificar cómo llega la prensa de distribución gratuita y el Periodismo Digital a nuestra nación. A saber, la prensa gratuita que apareció en Estados Unidos en el año 1940, y 50 años después en Europa, tuvo a Argentina como Estado pionero en América Latina, con el periódico La Razón de 1999.
Es en el año 2001, que nuestro país acoge esta modalidad de distribución gratuita, asumida por los periódicos Diario Libre, El Expreso, Última Hora y El Día, en 2002. En ese mismo orden la digitalización rápidamente fortaleció otros medios, entre éstos, Clave Digital, del año 2004.
Afortunadamente y debido a herramientas, programas e innovaciones tecnológicas, hoy todos los periódicos están en línea, incluyendo los de periodismo tradicional, impreso, como: Listín Diario, El Caribe, Hoy, El Día, El Nacional, El Nuevo Diario, Diario Libre, La Información…, quienes actualizan sus formatos.
Por lo que se colige, que en el presente Siglo XXI, los medios de comunicación tradicionales existentes en la República Dominicana, se tecnificaron, debido al surgimiento de innovaciones, la comunicación electrónica o moderna. Por lo que, en la actualidad, abrazan programas informáticos, inteligencia artificial, y seguridad tecnológica…
En ese sentido, el periodismo actual se nutre y está moldeado por herramientas informáticas, y se ejercita desde nuevos enfoques. Sin lugar a duda, la Internet, estrechada en 1995, ha permitido lo que hoy consideramos una democratización de los medios de comunicación de masa.
También trajo consigo una nueva forma de comunicar, que apelamos esté siempre fortalecida en el bien hacer, protección de derechos, entre ellos, la cultura y el uso del lenguaje. Qué justamente, el análisis del uso de los adelantos para el buen ejercicio fortalezca el periodismo tradicional y continúe fomentando otras modalidades, como el Periodismo Cibernético, Digital, Ciudadano, de Datos…
Aunque, existe una verdad meridiana, el compromiso de los medios de comunicación de masa no ha cambiado. Es el mismo para con la sociedad: ofrecer información veraz y pertinente, con la cual, protege derechos fundamentales y humanos. Actualiza a las personas, les orienta, previene riesgos, amenazas, y propicia la correcta toma de decisión, como forma de coadyuvar al desarrollo social sostenible, al bienestar generalizado.
En conclusión, el periodismo en nuestro Estado ha experimentado transformaciones significativas en términos de acceso a la información, libertad de prensa y tecnología. Como en todo el mundo se avoca a grandes retos y desafíos en torno a la observación de la ética, objetividad, acceso a fuentes, libertad de expresión y formación mediática permanente. Porque, solo así continuará reinventándose, previniendo riesgos, amenazas y manteniendo informada a las audiencias.