CASTILLO. La parroquia San Isidro de este municipio celebrará con diferentes actividades sus fiestas patronales alternativas del 07 al 15 de mayo próximo.
La información la ofreció el padre Alejandro Ulpindo, dinámico sacerdote de nacionalidad filipina quien dirige con total entrega y entusiasmo su labor pastoral en este municipio.
Con estas patronales alternativas Ulpindo y su asistente, el también sacerdote filipino Raúl Elveña, buscan distanciar a la comunidad cristiana que piensa y tiene a Dios en su corazón, de los ruidos, vicios y malos comportamientos que se escenifican alrededor del parque central y otros lugares públicos.
«Este año 2012 como hicimos en el anterior, vamos a celebrar nuestra identidad como pueblo de Dios. La meta es elevar a nuestro pueblo al corazón de Dios reconociendo la historia de la salvación, destacando los valores y antivalores; aterrizando en la realidad que vive hoy el pueblo, e iluminar la misma realidad con la luz del amor de Dios», afirma el padre Ulpindo.
Durante las fiestas patronales alternativas de Castillo están propuestas para realizarse las siguientes actividades:
El primer día 07 de mayo, la Destrucción Vs. la Creación; el segundo día la Esclavitud Vs. la Liberación; el tercer día el Pecado: Personal y social Vs. la Promesa de Dios; cuarto día la Indiferencia Vs. el Compromiso (los Profetas); el quinto día la División Vs. la Comunidad y la Comunión; el sexto día el Egoísmo Vs. la Solidaridad; séptimo día la Acumulación y la Codicia Vs. la Igualdad, equidad y la Justicia y el octavo día el Odio, ausencia de amor Vs. Servicio persona de Jesús.
El padre Ulpindo explicó que cada noche tocará a las comunidades y sectores presentar las realidades y la oferta de Dios.
Lectura Orante de la Palabra
Como forma nueva aquí de hacer la oración por los difuntos, el padre Ulpindo introdujo la lectura orante que comunica a los fieles con Dios en la vida para una vida mejor.
El párroco explicó que la lectura orante consiste en que mientras un ministro o un devoto de la iglesia reza la oración, los demás filigreses permanecen en silencio con sus ojos cerrados, poniendo sus oídos en el corazón para que puedan escuchar y apoderarse de la palabra de Dios, lo cual permitirá que el mismo Dios rece con cada persona que escucha su palabra. Así la persona comprenderá lo que Dios quiere de cada seguidor de la iglesia para que experimente cambios positivos en su vida.