«Cuando yo sea grande quiero ser doctora para curar a los enfermos y mis hijos puedan ir a la escuela y no pasen hambre».
Esta expresión es de la niña Merlin de 6 años quien cursa el segundo grado en la escuela Gregorio Luperón del sector del mismo nombre. A pesar de su corta edad, Merlin está consciente de las carencias que vive junto a su familia que una semana después de iniciarse la docencia no le había podido comprar el uniforme y los útiles escolares.
Como esta pequeña, son muchos los niños de campos y barrios que en los primeros días de la apertura del año escolar no han asistido a sus respectivos centros educativos, porque sus padres no los han preparado.
María Idalia Hernández, una joven de 26 años y madre de tres niños, dos en edad escolar y uno de apenas 16 meses, dice que «no he enviado a mis hijas a la escuela porque no he conseguido el dinero de comprar la ropa y los útiles que necesitan”.
Narra que le preocupa que a dos semanas de haber empezado el período escolar sus niñas Marlín Esperanza y Merlin de 5 y 6 años respectivamente, no hayan asistido a clases.
Expresa que cuando sus niñas ven que otros niños pasan por el frente de su casa uniformados para la escuela se ponen a llorar y le preguntan por qué ellas no van como sus vecinitos.
La dura realidad socio económica que viven sectores barriales y de la zona rural para la escolarización, crea un círculo vicioso difícil de romper y lo cual representa una de las principales causas de la pobreza: escasa o ninguna preparación, pocos ingresos generados con labores informales y chiripas en el entorno social.
Son problemas comunes en estos sectores el desempleo, la deserción escolar y embarazos en adolescentes.
“Mi marido está desempleado y yo no puedo trabajar porque tengo niños pequeños que debo cuidar; entonces imagínese usted no sabemos qué hacer, aspiramos a darle buena educación a nuestras hijas para que mañana sean personas útiles a la sociedad y vivan en mejores condiciones que nosotros», afirma Idalia.
El Desayuno escolar y la tanda única
Una situación importante que a diario tienen que atender los padres de familia es la alimentación de sus hijos, lo cual constituye un factor fundamental para su desarrollo. Esto permite medir la importancia del desayuno escolar que suministra el estado en los centros de enseñanza del país desde 1992.
Muchísimos niños asisten a los planteles tanto en busca del pan de la enseñanza como del pan de llenar su estómago.
Para los padres de escasos recursos además del desayuno, la decisión que tiene del nuevo gobierno de crear la Tanda Única, significará la solución del problema de alimentar a sus hijos ya que éstos recibirán enseñanza durante ocho horas con almuerzo incluído.
Sin embargo la creación de la tanda única se lleva tiempo ya que requiere de grandes inversiones en planteles y sus anexos, alimentación y personal docente, entre otros.
En la actualidad se implementa la tanda única a manera de plan piloto en escuelas de Barahona, El Seibo; en tanto que en la región del Cibao solamente en La Vega funciona una escuela en tanda única. La directora Regional con asiento en San Francisco de Macorís, Zoila Camilo, dijo que posiblemente el próximo año se inicie en esta zona la tanda única.
Inicio del año escolar 2012-2013
El año escolar en San Francisco de Macorís la Dirección Regional de Educación dio apertura al año escolar, en el Politécnico Vicente aquilino Santos, con una ceremonia que encabezó la licenciada Zoila Camilo, Directora Regional de Educación. Camilo reveló que en el municipio laboran 1,700 profesores en 200 escuelas públicas con una matrícula de 40,000 alumnos, mientras que en la región Nordeste hay más de 80,00 educandos.