El retorno de Alex Rodríguez a las Mayores ha sido más que interesante, un cuarto de temporada o mes y medio después de iniciado este torneo 2015.
Aparenta fácil, sin embargo, Alex ha tenido que trillar un camino tortuoso en busca de su redención como estrella caída en desgracia en las Grandes Ligas.
De todos los jugadores estelares señalados, y algunos confesos usuarios de esteroides, Rodríguez ha sido el último jugador activo sobre quien ha recaído todo el peso de una sociedad y una empresa como MLB con una doble moral más elevada que el Everest.
Sometido a todo tipo de pruebas, desde los abucheos de sus propios fanáticos al comenzar los entrenamientos, pasando por las reglamentadas pruebas de sangre y orina (tres y seis respectivamente al año, mientras sea jugador activo), los vejámenes de los fanáticos contrarios, el acoso y señalamiento de gente que fueron sus amigos como Jorge Posada, quien fuera su compañero de equipo con los Mulos.
A la presión sobre Alex se suma la negación de los Yankees a entregarle un bono de seis millones de dólares por alcanzar los 660 jonrones, igualando y luego desplazando al sin par y legendario Willy Mays, por el histórico cuarto lugar de cuadrangulares, el dominican york ha tomado todos estos acontecimientos de manera estoica, como un asceta, aquí si vale el término, o un Monge que se ha pasado toda su vida meditando.
Atrás quedaron los días deshonrosos de vagabundería, borracheras y cuerearías; de problemas con la justicia, tramposo,de ser un tipo millonario que solo le importaba su mundo , su entorno y que cada quien que viviera su vida, mientras él pensaba y vivía el presente.
Muchos pronosticamos unos números discretos en cuanto a producción de poder, en mi caso 20 jonrones y 80 impulsadas, considerando que está llegando a los 40 años y estuvo una temporada fuera del béisbol.
Alex Rodríguez (.248-10-22) ha sido la figura de los Yankees, vital para que el conjunto esté en un primer lugar que muchos pensamos que ni momentáneamente ocuparían (22-18, empatados con Tampa), por las interrogantes en el pitcheo abridor; Alex ha elevado su figura, ha sido humilde pasando todas las pruebas y obstáculos puestos en el camino.
No hay dudas, Alex Rodríguez ha demostrado que es una estrella del juego.
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