La Asociación Duarte de Ahorros y Préstamos (ADAP), Símbolo Financiero de la Región Nordeste, cumplió el primero de junio en curso el 50 aniversario de su fructífera creación.
Para celebrar este medio siglo de exitosas operaciones sus ejecutivos esperan terminar la majestuosa estructura de tres niveles en construcción que empalma con su edificio sede de cuatro plantas en el cual desarrolla sus labores cotidianas de manera normal de atención a su amplia legión de socios ahorrantes.
La ADAP es una de las más sólidas instituciones del Sistema Financiero Nacional.
Tiene presencia en las principales ciudades y municipios de la Nordeste como son San Francisco de Macorís donde además de su sede situada en la calle Castillo esquina San Francisco tiene otras tres sucursales.
También en Las Guáranas, Pimentel, Castillo, Villa Riva, Cotuí, Nagua, Cabrera, Tenares, Salcedo, Santiago y Santo Domingo.
El extraordinario papel social y económico que desarrolla la ADAP comienza en el momento mismo de iniciar de forma provisional sus operaciones en la parte baja del Club Esperanza en aquellos primeros días de junio de 1965 cuando aún se percibía el olor de la pólvora que dejó la Guerra Patria de Abril de ese histórico año.
Entonces empezó a hacer camino al andar en el ámbito financiero en el cual lo primero que debe ofrecerse al público es confianza.
Con la confianza que ganó, años más tarde la ADAP inicia un plan de expansión de sus servicios a ciudades y pueblos como Salcedo, Tenares, Nagua, Pimentel, Castillo, Las Guáranas y muchos otros lugares que ya citamos en párrafo anterior.
Para aquellos años no se hablaba de la globalización de los negocios ni de las fusiones de empresas. De lo que sí hablaban los directivos de la ADAP era de llevar sus operaciones a comunidades de hombres y mujeres laboriosas para ayudarlos a crear el hábito de ahorrar, a orientarlos a organizar sus finanzas, garantizarles seguridad en el manejo y administración de sus recursos económicos y, sobre todo, facilitarles la adquisición de su vivienda.
En otras palabras la importancia de la presencia de la ADAP en las poblaciones de referencia no se resume en la creación de puestos de trabajo o en la concesión de préstamos a sus moradores; se refleja en la confianza con que la gente hace negocios con esta respetada institución que a lo largo de sus 50 años demuestra que como empresa con filosofía y ejercicio de economía solidaria es una verdadera aliada del progreso material y del desarrollo social de los entornos en que interactúa.
Confianza es, a la luz de la exitosa trayectoria de estos 50 años, uno de los valores de más alta rentabilidad con que opera la ADAP.
EL JAYA voz escrita de San Francisco y del Nordeste felicita a los miembros del Consejo de Directores de esta prestigiosa institución, a todos los integrantes de su numeroso personal y a las comunidades beneficiarias con la presencia de la ADAP al tiempo que les desea muchos éxitos.