Nueva York.- Dominicanos residentes en diferentes vecindarios criollos en esta ciudad afirmaron que se convertirán en promotores del reciente planteamiento del versado y reconocido periodista dominicano Nelson Encarnación, quien expuso en su última columna “Visión Global” un tema claro, preciso y determinante con relación a las repatriaciones de extranjeros en los Estados Unidos, y la posición del presidente Barack Obama al respecto.
Los dominicanos en la Metrópoli, que le dan seguimiento a los juiciosos análisis del comunicador criollo, sostienen que solicitarán a instituciones comunitarias y al consulado, elaborar miles de brouchures, tanto en inglés como en español, con dicho planteamiento, para distribuirlo en todo el territorio de Estados Unidos.
Sostienen que sería una herramienta eficaz y convincente que los criollos utilizarían para exponer la legalidad de RD, y en respuesta al alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, al Departamento de Estado, y algunos “malos dominicanos”, para que se pongan un “traje a sus medidas”, ya que vienen condenando la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional (TC) dominicano, que establece los parámetros para adquirir la nacionalidad.
El periodista Encarnación, quien vivió varios años en esta urbe y estuvo muy “imbuido” con las diferentes asociaciones comunitarias, partidos políticos, empresarios, profesionales, y otros sectores tanto dominicanos como estadounidenses, recoge en su columna que hace más de un año, varios mandatarios centroamericanos se reunieron en la Casa Blanca con el presidente Obama para plantearle la preocupación de sus países respecto al gran impacto negativo que tiene la avalancha de repatriaciones que hace USA.
El presidente Obama les dijo que EEUU es una nación de leyes y que él tenía que hacerlas cumplir, sin embargo, frente a ese caso el mandatario estadounidense fue claro con sus visitantes y les dijo que no podía hacer mucho mientras existan las leyes que obligan a los gobernantes a actuar dentro de ellas o exponerse a las consecuencias.
«El estatus de refugio no es otorgado sólo porque una familia viva en una mala zona o en la pobreza», explicó, y aunque evocó la «gran compasión» de su gobierno y los estadounidenses hacia la situación de los niños, subrayó que muchos de ellos deberán esperar ser repatriados, en cumplimiento de las leyes vigentes, porque «somos una nación de inmigrantes, pero también de leyes», reiteró Obama.
“La administración Obama figura en los anales del tema como la más prolífica, con unos 2.5 millones de «interdicciones migratorias», para utilizar el eufemismo que se inventaron las autoridades dominicanas para rehuir la definición real que es repatriación, sin que ello deba causarnos vergüenza”, escribió Encarnación.
El analista añade que todos reconocemos que EEUU es un país de leyes, pero también lo es la República Dominicana, donde su Gobierno está obligado a cumplirlas sin importar que la llamada «comunidad internacional» quiera imponer el comportamiento de nuestro Estado en el asunto.
«Quien no está en condiciones de defender sus convicciones, es un cobarde», sentenció un gran pensador del siglo XVII, indica Encarnación.
“Hasta ahora, el Presidente de la República y los funcionarios que manejan el tema, no todos, han demostrado estar en condiciones de defender el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros aplicado conforme el ordenamiento jurídico nuestro”.
El periodista Encarnación concluye su análisis: “A lo que me quiero referir es al hecho de que la RD tiene su moral en alto para defender su política migratoria, pues viene a resultar más humana que la de EEUU, Europa y mil veces más que los atrevidos miembros de CARICOM”.
Recuerda que “haber suspendido durante casi dos años las repatriaciones de indocumentados, aplicar un programa de normalización de estatus totalmente gratis en beneficio de los extranjeros en condición migratoria irregular, y arriba de eso no hacer repatriaciones masivas, sino poner en práctica un plan de acompañamiento para el regreso voluntario, es una página en este drama universal de las movilizaciones humanas que pocos países-creo que ninguno-, puede enseñar”.
“De modo que cada dominicano tiene que levantar la frente y sentirse orgulloso de su nación frente a cualquier fresco que, sin importar la jerarquía social, económica o política, pretenda reducirnos a la infame condición de racistas, concluye.
Entre los quisqueyanos que se proponen promover dicho planteamiento figura Omar R. Reyes, Silfredo A. Rojas, Sergio Morel, Ingrid de Jesús, Octavio Sánchez Beras, Melaneo Bautista, Claudia Hernández, Darío Antonio Cortés, Miguel Ángel Puig, Ana de Torres, Ramón del Orbe T., Mireya Mejía de la Hoz, Sucre de la Rosa, Bartolo y Mildred Gómez, entre otros.