Yo estaba dentro de ti, junto a tu corazón, escuchando la música de tus latidos acompasados con los míos… De pronto, todo se hizo silencio.
Mami, ¿qué oscuridad temida te hizo matar una parte tuya mejorada? ¿Quién o qué te hizo pensar que era yo un tropiezo para ti?.
Yo, que era carne de tu carne, lienzo de paz para tus años, bastón para apoyarte en el irremediable ocaso que vendrá… Yo, que sin cuerpo no sé odiar, pienso que no me merecías y que era yo demasiada luz para tu sombra.
Buscaré otro vientre para nacer y seré una alegría para asomar el oído a mis latidos, a esa música que quiero ser.
Cuando diga mami, quizás a una mujer humilde, pero digna y surtida de amor para merecerme y dejarme nacer; seré su orgullo, paz y sosiego en el devenir… Y aun así, ¡gracias!.
Quizás tú tampoco me merecías… Y así es: yo merecía una mejor madre.
Discussion about this post